El Ing. Agr. Luiz Berté, gerente de Agropecuaria Bussanello, en conversación con Productiva señaló que con las últimas lluvias registradas las distintas parcelas de la empresa, ubicadas en Naranjal (Alto Paraná) y General Artigas (Itapúa), van presentando un excelente potencial, pese al leve retraso en los campos bajos. Sin embargo, añadió que la preocupación en la presente campaña agrícola es el bajo precio de la soja, lo que implica un punto de equilibrio alto para el productor.
El profesional mencionó que hasta el momento, con las últimas precipitaciones, se están viendo parcelas con óptimo desarrollo, que mantienen un buen potencial de productividad. Acotó que persiste la esperanza de que la lluvia siga entre diciembre y enero, meses en los que la falta de lluvia se complica un poco más.
Señaló que en esta etapa de desarrollo vegetativo e inicio de la etapa reproductiva, para los cultivos que fueron sembrados al inicio de setiembre en los campos de Naranjal, Alto Paraná, faltó un poco de lluvias. No obstante, en la segunda quincena se normalizó, ya que los cultivos que se sembraron a partir de esa fecha registran buen desarrollo y un excelente potencial, aseguró.
En cuento a plagas y enfermedades, comentó que con las lluvias hay más desafíos, ya que los cultivos se van cerrando, lo que dificulta más el control, pero precisó que con un buen manejo se puede sobrellevar la situación.
Así también, mencionó que las parcelas de la empresa ubicadas en campos bajos (General Artigas, Itapúa) que fueron sembrados en setiembre están con un excelente desarrollo, mientras la soja sembrada a fines de octubre e inicio de noviembre recibió un exceso de lluvia, lo que afectó al cultivo, aunque destacó que siguen presentando también un buen potencial.
Para Berté el control de plagas y enfermedades en los campos bajos es un poco más complicado porque muchas veces se entra unos días más tarde, pero aseguró que se siguen realizando las aplicaciones con eficiencia y calidad.
En cuanto al plan de siembra en los campos bajos, dijo que tuvieron que parar en los días que había pronóstico importante de precipitaciones, teniendo en cuenta la experiencia de la campaña pasada que fue bastante lluviosa, por lo que están un poco fuera de lo programado, que es más bien por la seguridad y para resguardar la inversión realizada, precisó.
Añadió que el objetivo principal en los campos bajos es sembrar y establecer el cultivo, y posterior a eso se puede tolerar más las lluvias.
Con las inversiones realizadas en el campo y el bajo precio de la soja, dijo que el margen de ganancia del productor va a quedar un poco apretado. Con el precio actual del mercado contra los gastos de insumos y de operación el punto de equilibrio está alrededor de 2000 kg por hectárea, concluyó.
[Foto : Ing. Agr. Luiz Barté, gerente de Agropecuaria Bussanello / Productiva C&M]