El Ing. Agr. Wilfrido Morel, fitopatólogo y director de FitoLab, mencionó en Nación Productiva que las condiciones climáticas en el sur del país están favoreciendo la aparición de enfermedades, como las manchas foliares, que si no son manejadas adecuadamente, pueden ocasionar pérdidas de hasta 800 kg/hectárea. Es por esto que recomendó la intervención anticipada con aplicación temprana de fungicidas para evitar que se establezcan los patógenos y prevenir mermas considerables.

 

Durante el agroclásico de los domingos, ocasión en la que hablamos de la “Aparición de focos de enfermedades en cultivos de soja”, el experto paraguayo enfatizó que esta condición climática de buenas precipitaciones, principalmente en el sur del país, no solo ayuda al buen desarrollo de los cultivos, sino también a la aparición de las primeras infecciones de enfermedades, especialmente en los cultivos establecidos a inicios de septiembre y que ya están en etapa reproductiva, en formación de vaina y otros, en formación de granos.

 

Es por ello que aseguró que el manejo anticipado evita que la enfermedad vaya incrementándose en el tercio medio y superior de la planta, y mantiene siempre esa camada foliar que es imprescindible para las vainas que se están formando en el tercio inferior y medio del cultivo, que, finalmente, determinará los niveles de rendimiento.

 

Enfatizó que hoy en día se realizan de 4,5 a 5 aplicaciones en el cultivo de la soja, lo que hace ver la importancia que tienen hoy día los organismos patógenos.

 

“De acuerdo con nuestra experiencia y trabajo que venimos realizando, estamos en niveles de pérdidas entre 600 y 800 kg de soja por hectárea en un lote mal manejado por incidencia de manchas foliares y la roya puede causar pérdidas mayores”, apuntó.

 

Agregó que la capacidad de sobrevivencia de estos organismos complejos también genera variaciones genéticas, por lo tanto, su manejo requiere una estrategia precisa, lo que subraya la importancia de utilizar moléculas con diferentes principios activos. Enfatizó que es fundamental combinar estos productos con fungicidas multisitios disponibles en el mercado.

 

“En la actualidad, un productor que utilice un solo fungicida no logrará una efectividad óptima en el manejo de enfermedades. Es necesario emplear una mezcla de diferentes activos para obtener resultados efectivos”, acotó.

 

Explicó que la agricultura conservacionista que Paraguay establece como práctica de cultivo hace que estos organismos estén en un lugar ideal para causar enfermedades, porque sobreviven en los rastrojos en ese periodo de entrezafra y cuando las condiciones climáticas son favorables, o sea lluvia constante, comienzan a infectar a los primeros cultivos que se establecen.

 

“Innegable el papel que cumple en ese aspecto las manchas foliares, el complejo de Cercospora, manchas anilladas, antracnosis, Phomopsis, son organismos que se mantienen y sobreviven en esos rastrojos”, acotó.

 

Resaltó por ello la importancia de establecer monitoreo de campo para realizar el manejo correspondiente de acuerdo con las recomendaciones que se plantean para enfermedades de soja en Paraguay.

 

“Sí o sí vamos a tener a esos organismos causantes de enfermedades en cualquier etapa de siembra. La condición climática es lo que va a determinar una menor o mayor presión de enfermedad”, recalcó.

 

El especialista recomendó, de acuerdo con su experiencia, el manejo anticipado de estos organismos. “No hay error en ese sentido de establecer una aplicación temprana de herramientas químicas”, aseguró.

 

Comentó, por último, que con el uso de fungicidas en nuestro país los organismos patógenos también han evolucionado en el tiempo. A partir de 2010 la primera aplicación era en el estadio R3 a partir de la floración; en 2015, en R1 inicio de la floración, y desde el 2020 hasta la actualidad a partir del estadio V4 y V6.

 

[Foto icon-camera : Wilfrido Morel durante su presentación en +Maíz / Archivo / Productiva C&M]