Marcos Medina, viceministro de Ganadería, indicó que las inundaciones llegan justo en la época de engorde de bovinos en el campo. “Con la inundación se pierden los kilos a ganar. Los novillos engordan de noviembre a abril. Esto significa que se va alargar la invernada”, señaló el funcionario estatal.

Según se publica en Última Hora, a esto se debería sumarle los caminos destruidos, por lo cual no se puede sacar los animales gordos. “En caso de las crías bovinas, las pérdidas son altas al nacimiento”, expresó.

Agregó que también podría impactar en la venta de desmamantes en marzo-abril. “El problema se resume en el flujo de caja del ganadero; sin ingresos, es difícil pagar los créditos”, explicó Medina.

Si el sector ganadero le solicita al Banco Central del Paraguay (BCP), no debería haber inconveniente para que le conceda el aplazamiento de sus vencimientos para pagar sus créditos.

Las zonas más afectadas por las grandes lluvias son el Bajo Chaco, San Pedro, Concepción y Ñeembucú, hasta el momento, informó Germán Ruiz, presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).

Indicó que todos los caminos, especialmente los no pavimentados, presentan problemas para la circulación de los camiones. El hato ganadero de Paraguay en 2015 cerró en poco más de 14.300.000 cabezas de bovinos, a diferencia del año pasado, cuando fue de 14.990.000 cabezas, según los datos del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Animal (Senacsa). El decrecimiento en el número de ganado fue a consecuencia de las inundaciones en algunas zonas.