En este periodo antes de la siembra de soja de la campaña 2020/21 no solo hubo problemas en la desecación y la emergencia de la planta, sino que también aparecieron nuevas malezas que expresaron resistencia a los herbicidas, principalmente sobre suelos arenosos, según se pudo precisar en el establecimiento de la Familia Escher, ubicado en Colonia Independencia, departamento de Guairá.
El equipo de Productiva fue recibido por la familia Escher, ocasión en la que don Claus (padre) y Marvin (hijo) acercaron sus preocupaciones en torno a la presente campaña agrícola que generó muchos contratiempos, principalmente al inicio de la campaña, debido a un lapso importante sin precipitaciones.
El Ing. Agr. Marvin Escher, comentó que el trabajo de desecación para el control de malezas pasó por grandes dificultades. “Nosotros dependemos totalmente del tiempo y como se sabe, este año tuvimos una seca de varios meses, lo cual hizo que se atrase todo el plantío. Esperamos las lluvias, hicimos la desecación y el secuencial para conseguir controlar ciertas malezas como la buva y otras que son de difícil control”, agregó.
Posteriormente, en el suelo vacío empezaron a renacer algunas malezas, que fueron controladas. Agregó que el plantío se atrasó aproximadamente un mes y medio porque normalmente la siembra empieza a inicios de setiembre, pero este año empezó a finales de octubre y comienzos de noviembre cuando había buenos pronósticos de lluvias. “Si no llueve, se tendrá una pérdida bastante elevada y el gasto solo en el plantío es muy alto”, expresó.
Indicó que la mayoría de los productores invierten mucho hoy en día en fertilizantes, tratamiento de semillas, es decir, se busca innovar para tener una productividad elevada, pero el agricultor depende 100 % del tiempo.
Malezas
Marvin comentó que la parcela tuvo una elevada presión del piri´i (Cyperus rotundus), una maleza que se asemeja a una especie de cebollita por debajo y se caracteriza por tener una reserva de energía, que la planta utiliza cada vez que se aplica cierto herbicida, que hace que pierda su color, pero no muere. Hay estudios que indican que su presencia es por la acidez del suelo.
Esa maleza apareció fuertemente desde el año pasado. A eso se suma una fuerte infestación de la buva por cada metro cuadrado. “El suelo está casi desnudo, sin ninguna maleza, pero aún quedan especies de santa Lucía que sobró y el herbicida utilizado tenía un residual de tres a cuatro meses. Nosotros normalmente incorporamos 100 % de cobertura, pero esta vez decidimos controlar esa maleza (piri´i) porque, de lo contrario, la mancha se va a agrandar y al final se tendrá una pérdida enorme porque le puede asfixiar a la planta de soja”, explicó.
El productor Claus Escher explicó la incorporación de soja y maíz en rotación como reemplazo de la caña de azúcar en suelos arenosos.
Don Claus comentó que estos campos inicialmente correspondían a plantaciones de caña de azúcar, pero que últimamente perdió rentabilidad. Es por ello, que se ha incorporado una rotación de cultivos de soja y maíz para recuperar el suelo.
Puntualizó que en el campo se necesita realizar un trabajo eficiente. “Anteriormente, tuvimos un buen margen de ganancias, pero que en los últimos años ya no existe más porque estamos arrastrando deudas en la agricultura que datan de cuatro años”, indicó.
Dijo que el objetivo es lograr 5000 kg o más en promedio por hectárea para que valga la pena la inversión, porque con 3000 kg por hectárea apenas se logra el punto de equilibrio; por lo tanto, es difícil sobrevivir porque los costos son altos.
“Este año fue difícil por la sequía y por las malezas que volvían a brotar y como no había lluvias no pudimos replantar nada y con eso la zafriña está comprometida. Nos queda poner una buena cobertura y anhelar que en la próxima zafra llueva bien para su plantío. Todos los años nos abocamos en el campo y hay que seguir trabajando”, indicó.
Resaltó que la cobertura orgánica es relevante para darle prioridad al control de malezas, por lo que tomaron la decisión de llevar a cabo esta estrategia para erradicar totalmente esta planta.
Destacó que se trata de un suelo arenoso que sufre mucho más por déficit hídrico, ya que no tiene capacidad de retener el agua a no ser que se coloque una buena cobertura. “Si llueve directamente sobre el suelo, parece una explosión, lo cual perjudica también a la semilla, pero si hay cobertura es más difícil tener una erosión en el campo, que es el gran problema de nuestro suelo en comparación con el suelo arcilloso”, agregó.
Ganadería
Con respecto a la incorporación de la ganadería, Claus Escher comentó que el ganado vacuno forma parte de la empresa, en donde se realiza el ciclo completo; es decir, la cría, recría e invernada.
“Tenemos parcelas en Yuty y el Chaco donde complementamos el sistema de producción. Mi hermano y sus hijos, que son mis sobrinos, hacen la ganadería y, en nuestro caso, hacemos la agricultura. La agricultura con la ganadería se complementan, pero necesitan mezclarse si hay suficiente terreno”, agregó.
En cuanto al balanceado, por la gran disponibilidad de maíz que posee, la empresa familiar decidió utilizarlo como alimento para la producción de cerdos. De esta forma, se aprovecha el cereal para convertir proteína vegetal en producción animal.
[Material publicado en el segmento Agricultura Productiva de la edición Nº 74 de diciembre de Revista Productiva, páginas 16 y 18]
[Foto : Revista Productiva]