Este año se cumple un siglo de la introducción de la soja en Paraguay como cultivo, de la mano del Dr. Pedro Nicolás Ciancio y en ese contexto, la Presidencia de la República declaró este 2021 como el “Año de la Soja”.

 

El principal cultivo de renta de pequeños, medianos y grandes productores y el que a su vez genera más posiciones en contra que a favor cumple en este 2021 un siglo de haber sido introducido en Paraguay por el Dr. Pedro Nicolás Ciancio, en 1921. Nos referimos a la soja, conocida como la reina entre las proteínas de origen vegetal.

 

Ya desde sus inicios se advertía su carácter controvertido, pues la sociedad de la época se refería a Ciancio como “Dr. Soja”, de manera despectiva, según recordó el Dr. Pedro Caballero, historiador y profesor de la Facultad de Filosofía de la UNA. Sin embargo, en todo este tiempo, por medio de las inversiones (en tecnología, genética, infraestructura, insumos y mecanización) de los agricultores que apuestan por este rubro, que a su vez generan miles de empleos alrededor de la cadena de la soja, Paraguay se posiciona entre los principales países productores y exportadores de esta oleaginosa a nivel mundial.

 

Ni el propio Dr. Ciancio ni los primeros agricultores que apostaron por este rubro hubieran pensado que 100 años después Paraguay sería el sexto mayor productor y el cuarto mayor exportador de soja en el mundo.

 

Es así que, considerando los 100 años de ingreso de esta oleaginosa en el país, la Presidencia de la República, a través del Decreto N° 5217, declaró este 2021 como el “Año de la Soja”.

 

Dentro del decreto se reconoce el gran aporte de la producción de soja a la economía nacional y, además, se le otorga un reconocimiento póstumo al Dr. Pedro Nicolás Ciancio, responsable de la introducción de este cultivo en Paraguay.

 

La declaración del “Año de la Soja en Paraguay” se da en respuesta a la solicitud del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de que este 2021 sea declarado como el año de esta oleaginosa.

 

Actualmente, la soja es un producto que está presente en aproximadamente 41 600 fincas de productores de la agricultura familiar, que cuentan con menos de 20 hectáreas, lo que hace que miles de familias paraguayas apuesten por el cultivo de la oleaginosa como rubro de renta, con el propósito de salir de la pobreza.

 

El decreto señala que solo en el año 2020 “unas 15 000 familias empezaron a cultivar soja, y este año la soja introdujo a la economía paraguaya más de USD 4000 millones. A 100 años de su introducción en el Paraguay, la soja se convirtió en el principal rubro de renta de los pequeños, medianos y grandes productores, dinamizando la economía rural y contribuyendo en gran medida a la estabilización monetaria del país”.

 

La soja no solamente tiene un gran aporte sobre la economía local, sino que también contribuye al cuidado de la salud humana y animal. La oleaginosa es utilizada en la alimentación humana en forma de harina, leche, queso, carne vegetal, además de condimentos y aderezos, siendo un producto adaptado a las necesidades nutricionales de Paraguay a un costo accesible. En tanto que en la alimentación animal es usada de diferentes formas, por ejemplo, como planta completa, granos, subproductos y es un alimento rico en proteínas y con reconocidas propiedades medicinales.

 

Historia. La soja fue introducida al Paraguay en 1921 por el Dr. Pedro Nicolás Ciancio, quien tomó la decisión de incorporar la oleaginosa como una alternativa para el combate de la desnutrición en nuestro país, teniendo en cuenta su balance proteico y con la idea de que su implementación mejore la economía del productor rural.

 

Entre sus obras como catedrático, el profesional realizó una tarea de investigación científica titulada “La soja y el problema alimentario del Paraguay” de su libro “Ciencia de la Nutrición”, dejando así un importante legado para el país.