La sequía que se presenció en el periodo más importante del desarrollo de la soja, el cargado de granos, se llevó consigo volúmenes importantes de rendimiento. Las parcelas afectadas son, principalmente, aquellas plantaciones de siembra temprana.
Conforme las averiguaciones de Productiva, las mermas van desde mil a 2500 kg por hectárea. La siembra temprana de soja representa en el país alrededor de 45 a 50 % de toda la zafra; es decir, significan 1,75 millones de hectáreas, aproximadamente.
Un productor de San Alberto, departamento de Alto Paraná, informó que tuvo una pérdida drástica. Apenas logró cosechar unos 800 kg de soja por hectárea y los granos, además, son de mala calidad. Esto representa cerca de 2500 kg menos de productividad de su expectativa inicial, allá por los meses de agosto y setiembre pasado.
Con estos niveles de rinde la presente campaña 2018/19, que se presentaba al principio como la vía para dejar atrás aquellas deudas contraídas ante la caída internacional de los precios de los commodities, se va materializando como una que dejará varios heridos nuevamente, empeorando la condición financiera de los productores agrícolas.
Por su parte, un productor de Tacuatí, departamento de San Pedro, comentó que debido al estrés hídrico sufrido, cosechará nada más 1500 kg por hectárea, aproximadamente. De acuerdo con el promedio de esta región, ese rinde representa 1100 kg menos de productividad.
“Con estos niveles de productividad es imposible obtener ganancia alguna. Vamos a ver si por lo menos podemos cubrir las deudas y pensar en un cultivo a futuro”, destacó el productor.
En esta campaña, considerando el alto costo de producción y el descenso de la cotización internacional de la soja, el punto de equilibrio varía de 1300 a 2500 kg por hectárea. Esto depende del tipo de tecnología aplicada en la finca de cada productor y, eventualmente, del costo del alquiler del campo realizado para la siembra.
Paraguay proyectaba una cosecha cercana a las 10 millones de toneladas; sin embargo, los referentes de los gremios de la producción estiman a priori una merma de un millón de toneladas de la cosecha gruesa.
Paraguay es el cuarto mayor exportador de soja del mundo, con una capacidad de envíos de 6,2 millones de toneladas y una industrialización de 4 millones de toneladas por año.