En esta nueva zafra de trigo el área de siembra entre los socios de la Cooperativa Sommerfeld, ubicada en Caaguazú, podría registrar un aumento de 20 a 25 %, respecto a la campaña anterior. El retraso de la cosecha de soja 2022/2023 por las complicaciones del clima y el riesgo de sembrar los cultivos de entrezafra fuera de una época ideal hicieron que el productor optara por la producción del cereal en este invierno, indicó a Nación Productiva el Ing. Agr. Elvis Brítez, responsable del Departamento de Asistencia Técnica.

 

La campaña triguera 2023 se perfila de manera favorable para varios agricultores del país, sobre todo en el área de influencia de la Cooperativa Sommerfeld (J. E. Estigarribia, Caaguazú), a pesar de la poca disponibilidad de semillas latente en este año. Entre simientes certificadas y propias del productor, la proyección de superficie sembrada de la cooperativa es de 12 000 a 14 000 hectáreas, es decir, entre 20 a 25 % más que el área cultivada en la zafra anterior.

 

Al respecto, el Ing. Agr. Elvis Brítez, responsable del área de Asistencia Técnica de la Cooperativa Sommerfeld, explicó a Nación Productiva que este aumento en la estimación de siembra de trigo se debe a que los cultivos de soja 2022/2023 extendieron su ciclo productivo debido a las condiciones climáticas y muchos productores no se animaron a sembrar soja o maíz zafriña.

 

Si bien el bajo stock de semillas es una limitación en esta campaña, Brítez subrayó que existe una buena expectativa de conseguir una mayor cantidad de simientes para los productores socios de la cooperativa.

 

Asimismo, destacó que la institución ofrece incentivos a los agricultores para sembrar trigo, considerando que es un rubro importante para el molino de la cooperativa. Además, hizo énfasis en el trabajo de asistencia técnica que ofrece a los asociados, con el fin de aumentar el rendimiento de los cultivos y obtener mayor volumen de materia prima para abastecer al mercado local.

 

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