Para que la naranja llegue al mercado fresca o industrializada requiere un largo proceso, pero cómo se maneja en el campo su producción para generar más frutas por cada hectárea plantada. Esta gran pregunta fue respondida a través de una gira organizada por el Grupo Kress a sus plantaciones de naranja, en donde en 2500 hectáreas, aproximadamente, se planifica, se maneja y se aplican las tecnologías e innovaciones para producir hasta 50 toneladas por hectárea de la fruta que llega a los consumidores locales e internacionales.
El Ing. Agr. Carlos Baratella, responsable técnico del Grupo Kress, para la Línea Frutika, comentó que realizan periódicamente análisis de suelo para la reposición de nutrientes, considerando que la producción de la naranja tiene una elevada extracción, por ende, para mantener los niveles de productividad es necesario proveerle al suelo lo que necesita. Básicamente, son los macronutrientes, como nitrógeno, fósforo y potasio, los más necesarios, además de algunos micronutrientes para equilibrar la nutrición de los suelos y asegurar una buena respuesta de los cultivos.
Plagas. Baratella explicó que realizan un manejo eficiente en el control de plagas y enfermedades. En el caso de las plagas, son comunes los áfidos o pulgones, además de cigarritas, que son transmisores a su vez de enfermedades. Asimismo, se observan apariciones de nematodos en ciertas áreas.
En cuanto a manejo de malezas, comentó que es otro aspecto importante para evitar la competencia con las plantaciones de naranjas por el agua, el sol y los nutrientes. Para eso hacen un control con una rotativa, que va pasando por debajo de las plantaciones para reducir el crecimiento de las malezas, además de una aplicación de herbicida con los picos apuntando hacia abajo, cuidando todos los detalles del periodo de carencia, la formulación y la dosis aplicada.
Mencionó que la variedad Valencia, una de las más sembradas en la unidad de producción, es la más sensible a la competencia de malezas, por ende, deben monitorear constantemente la altura de la planta y de la hierba indeseada en cuestión.
Para el manejo fitosanitario establecen un plan que consiste en realizar los monitoreos de plagas y enfermedades. Allí se planifica la entrada para el control y luego se asigna el intervalo para el reingreso del operario a estas áreas tratadas. Además, se realiza un exhaustivo control sobre los periodos de carencia de cada producto aplicado en los cultivos, considerando que la naranja es de consumo directo.
Variedades. El propósito es cubrir gran parte del año, por ende, se realiza un escalonamiento de siembra con variedades de diferentes ciclos de maduración, de modo a atender la necesidad en cada periodo del año.
Allí trabajan con la variedad Valencia, además de la Westin, ambas tempraneras, así como con la Salustiana y Bonanza. También cuentan con una variedad denominada Folha Murcha, de ciclo tardío.
El profesional destacó que los criterios de selección de las variedades son esenciales para apuntar a un producto de alta calidad en las góndolas, tanto en fresco como en productos envasados. Es así que requieren conocer las cualidades del suelo inicialmente para posicionar las variedades en cada ambiente, pero, en términos de calidad, sobresalen color, dulzor, grados brix y un tamaño de planta moderado y que no sea susceptible al ataque de plagas y enfermedades.
En cuanto al tamaño moderado, explicó que obedece directamente a una mayor facilidad para el ingreso de los operarios para la cosecha. Esto permite acelerar los procesos de colecta y favorece las podas controladas. El principal concepto de mejoramiento genético que aplican en esta unidad de producción es el sistema de injerto.
Orgánico. Baratella comentó que la unidad de producción orgánica desarrollada en la empresa es importante. En ese sentido, Uruguay es el principal destino de este producto diferenciado. En estas parcelas se plantean manejos efectivos de origen biológico para evitar alguna contaminación. Igualmente, este proceso se emplea en la planta industrial, por lo que se convierte en un producto de alto costo, que requiere un reconocimiento del mercado.
Las parcelas de más antigüedad, con hasta 40 años de producción, son manejadas de manera específica para evaluar la capacidad productiva de las plantaciones. A su vez, por la arquitectura de planta que poseen, con un porte elevado, se complica el manejo cultural.
El profesional indicó que el gran desafío es seguir impulsando la producción de calidad de la naranja, que es un rubro vital para muchas familias en esta región del país. Allí dejó como pendiente a seguir la incorporación de tecnologías de aplicación como drones para elevar la capacidad de manejo de las áreas y entrar a realizar aplicaciones, en caso de condiciones adversas como la falta de piso.
La naranja es una fruta que endulza la vida de cientos de familias que están colaborando para que el Grupo Kress siga posicionándose en este rubro.
Poscosecha. Raquel Arrúa, responsable del área de empaque, comentó a Productiva que tras la cosecha se realiza un trabajo bastante exigente para cumplir con los criterios de clasificación. Esto incluye el lavado, el cepillado, secado, encerado y suministro de soluciones para ampliar la durabilidad de la poscosecha antes de llegar al mercado.
Previamente, se separan las naranjas que califican como de primera calidad. Se define si los productos son destinados a granel o en bolsa, dependiendo del cliente.
La capacidad de procesamiento es de cinco a seis carretas, que representan 180 toneladas diarias procesadas. Agregó que también la empresa compra de otros productores para la elaboración de jugos, pero específicamente para la industria.
Expansión. La CEO del Grupo Kress, Cristina Kress, comentó que siguen posicionándose en el mercado internacional con productos de calidad. Actualmente, están actuando en mercados como Taiwán, Chile, Uruguay, España, entre otros, aunque el objetivo es ampliar la presencia en destinos del Sudeste Asiático, con productos de sabores exóticos como guayaba, pomelo y mix de frutas.
Agregó que los mercados asiáticos aprecian los productos de calidad y, en consecuencia, pagan por ella. “Creo que Paraguay tiene mucho que ofrecer con productos de alto valor, por ende, el desafío es buscar mercados de alto valor. Por otro lado, la otra unidad de negocio de Frutika es la de exportación de concentrados y aceites, que son subproductos que se destinan a Europa y Estados Unidos”, indicó.
Por último, explicó que para construir la calidad están trabajando arduamente en el campo, apuntando a productos de calidad, tanto para el mercado interno como externo, generando en ese proceso una oportunidad para 800 colaboradores en la actualidad.
[Material publicado en el segmento Agricultura Productiva de la edición 131 de Revista Productiva, páginas 16 y17]
[Foto de portada: plantación de naranja del Grupo Kress / Revista Productiva]