El precio de la soja cerró la semana pasada con balance negativo en el mercado de Chicago, ya que se destacó por registrar las mayores pérdidas, mientras que el trigo y el maíz observaron valores más sostenidos, según el análisis elaborado por Granar.

 

La semana anterior resultó ser negativa para la soja en Chicago porque los contratos de setiembre y noviembre pasaron de USD 589,83 a 555,01 y de 536,92 a 521,94 por tonelada, respectivamente. Para la primera posición esta variación semanal significó una pérdida del 6 %, mientras que para el segundo contrato la merma fue del 3 %.

 

Entre los factores que afectaron el valor de la oleaginosa, se destacaron la proximidad de la cosecha, con las primeras labores ya en marcha sobre el sur de Estados Unidos; la devaluación del real en Brasil y sus primeras estimaciones que proyectan la nueva campaña con una producción en torno a 150 millones de toneladas. Así también, incidieron las pocas nuevas compras chinas y los confinamientos por la política de «Covid cero» implementada por el Gobierno de Xi Jinping, y la caída del valor del petróleo, que influye sobre las materias primas que se usan en la industria de los biocombustibles.

 

En el caso del maíz, los primeros días de setiembre cerraron casi sin variantes, ya que las posiciones de setiembre y diciembre sumaron 0,04 y 0,23 %, al pasar de USD 263,27 a 263,37 y de 261,50 a 262,09 por tonelada.

 

Los principales factores de sostén para los precios fueron la chance de que la cosecha estadounidense resulte inferior a la previsión que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) hizo en agosto y las muy malas perspectivas vigentes para la producción en la Unión Europea, por las olas de calor y la sequía. En contraste, se ubicaron el avance de la cosecha en el sur de EE.UU.; la devaluación del real, que acentúa la competencia de las exportaciones de Brasil, que ya vienen evolucionando muy bien, y la caída del valor del petróleo, que resta incentivos a la producción de etanol.

 

Por último, el balance semanal se caracterizó por altibajos para los precios del trigo en Chicago. Los contratos más cercaron (setiembre y diciembre) sumaron un 1,05 y un 0,71%, al pasar de USD 288,35 a 291,38 y de 295,88 a 297,99 por tonelada.

 

Estos cambios fueron fundamentados por las favorables perspectivas para la zafra en Rusia; la recuperación de la oferta en Canadá, y las proyecciones que auguraron una caída en las nuevas siembras de invierno en Ucrania, donde persiste la ocupación rusa sobre zonas agrícolas del sur y donde faltan dinero e insumos para concretar las siembras que deberían comenzar pronto.