En las primeras epidemias de roya en Paraguay (2002 al 2004) el control se realizaba con fungicidas sistémicos y sitio-específicos (benzimidazoles, triazoles y estrobilurinas), así como productos con activos solos o en mezcla.

 

Durante el 2005 salieron al mercado nuevas formulaciones que contenían mezclas de dos ingredientes activos con modos de acción distintos como la azoxystrobina + ciproconazole (2005), la piraclostrobina + epoxiconazole (2002), el ciproconazole + trifloxistrobina (2003), la picoxistrobina + ciproconazole (2008).

 

A partir del 2014 se introdujeron al mercado nuevas moléculas: el prothioconazole (IDM -triazolintiona), que se comercializa en mezcla con trifloxistrobina, el benzovindiflupyr y elfluxapyroxad (carboxamidas). El benzovindiflupyr se comercializa en una formulación con azoxistrobina, mientras que el fluxapyroxad en mezcla con epoxiconazole y la piraclostrobina, por lo que fue el primer fungicida con tres ingredientes activos en una misma formulación en comercializarse en Paraguay.

 

En 2016 se incluyó el mancozeb en las aplicaciones de fungicidas para el control de la roya en Paraguay, y en 2018 las recomendaciones incluían al mancozeb en todas las aplicaciones de fungicidas durante el ciclo productivo, hecho que elevó el costo de producción de la soja.

 

En ese entonces la decisión de aplicar fungicidas se basaba en la ocurrencia de las fases fenológicas R1, R3-R5 y R5-R6 (prácticamente una aplicación de cada grupo químico + el multisitio).

 

A partir de la temporada 2018/2019 se introdujo el concepto de “aplicación cero”, que es una aplicación de fungicidas en la fase vegetativa (entre los 25 y 35 días después de la emergencia) para reducir el inóculo de patógenos de la soja. Las aplicaciones basadas en estas recomendaciones no garantizan una alta eficacia de control, debido a que no se basa ni en la observación de síntomas ni en la presión de inóculo, sino en la experiencia de años anteriores.

 

Hoy Paraguay tiene más de 500 fungicidas registrados (Senave), entre productos originales y pospatentes para el control de las más distintas enfermedades de todos los cultivos.

 

  • 2008: 1 aplicación de fungicidas 15,00 a 20,00 USD/ha
  • 2010/2013: 2 aplicación de fungicidas (triazoles + estrobirulinas) 38,00 USD/ha
  • 2014= 2 aplicaciones de fungicidas (protioconazol + estrobirulinas) + (triazoles + estrobirulinas) 50,00 a 60,00 USD/ha
  • 2015/2016: 2 a 3 aplicaciones de fungicidas (carboxamidas) + (protioconazol + estrobirulinas) + (triazoles + estrobirulinas) 55,00 a 80,00 USD/ha
  • En el año 2015/2016 se tuvo una severa intensidad de roya en los cultivos de Paraguay, con lo cual se cambió totalmente el panorama de los fungicidas.
  • 2017/2018: 3 a 4 aplicaciones de fungicidas (carboxamidas) + (protioconazol + estrobirulinas) (mancozeb) + (triazoles + estrobirulinas) 90,00 a 100,00 USD/ha
  • 2019 a presente: ¨Aplicación Cero¨ + carboxamida + (protioconazol + estrobirulinas) + mancozeb + (triazoles + estrobirulinas) + morfolina 110,00 USD/ha a 160,00 USD/ha

 

Como herramientas de medidas de control y manejo recomendamos establecer buenas prácticas agronómicas, conocimiento de los productos aplicados, respetar el vacío sanitario, utilizar tecnologías adecuadas de aplicación, aplicaciones de fungicidas en forma preventiva, siembra de varie[1]dades menos susceptibles y siembra de variedades tempraneras o precoces.

 

*Charla brindada por el Ing. Agr. Eduardo Swarovzky, asesor técnico, y disertante del I Simposio de Sanidad de Soja, desarrollado los días 8 y 9 de noviembre de 2022 en Ciudad del Este, Alto Paraná

 

[Material publicado en el segmento Técnica Agrícola de la edición Nº 107 de setiembre de Revista Productiva, página 24]

[Foto: Revista Productiva]