La habilitación oficial de Taiwán para la carne porcina deshuesada paraguaya, tanto refrigerada como congelada, podría significar el acceso a otros mercados asiáticos como Vietnam y Filipinas, destacó a Productiva el Dr. Hugo Schaffrath, presidente de la Asociación de Criadores de Cerdos del Paraguay (ACCP). Lamentó, sin embargo, el arancel aplicado a este producto, que representa una desventaja competitiva para nuestro país.
En conversación con Productiva sobre este hito para la producción porcina paraguaya, que llegaría a generar divisas de entre USD 25 y 40 millones, Schaffrath destacó que por añadidura Paraguay podría acceder a otros mercados, como es el caso de Vietnam y Filipinas, que son algunos de los principales importadores de carne de cerdo del mundo y todavía existe una brecha de consumo que podría ser aprovechada por nuestro país.
Puntualizó también que el cumplimiento de las exigencias de Taiwán le confiere a nuestro país un estatus de “confianza” y hace que se faciliten las negociaciones con otros mercados para sus respectivas habilitaciones.
Al ser consultado sobre el nivel de competitividad del producto en sí, Schaffrath comentó que Paraguay tiene todas las condiciones para competir en un mercado exigente, ya que se destaca la calidad de la carne que produce, además resaltó que existe una estandarización de los cortes que ningún otro país posee. “Siempre recibimos muchas felicitaciones de nuestros compradores, mismo cuando exportábamos a Rusia y ahora a Uruguay”, agregó.
En cuanto a las dificultades, precisó que el arancel aplicado sobre la carne porcina exportable a Taiwán es del 11 %, lo cual representa una desventaja competitiva para el país. “Nos quita competitividad en muchos cortes, hicimos una evaluación y ese arancel podría hacer la diferencia de poder exportar el 100 % de los cortes”, explicó.
La República de China (Taiwán) le abrió las puertas de su mercado desde este 28 de noviembre a la carne porcina paraguaya deshuesada, luego de tres años y medio de arduo trabajo entre el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), el Buró de Inspección y Cuarentena Animal y Vegetal de Taiwán (BAPHIQ, por sus siglas en inglés) y el sector privado.
Taiwán es un gran consumidor de carne porcina. De acuerdo con la Embajada de ese país en Paraguay, el habitante promedio consume 35 kg de carne de cerdo al año, aproximadamente 900 000 toneladas, de las cuales 84 000 toneladas son importaciones, es decir, el 10 %, y dentro de este porcentaje es que Paraguay debe entrar a competir con otros proveedores.