El Dr. Mohan Kohli, asesor científico de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y líder del Programa Nacional de Investigación de Trigo, recibió el pasado 2 de agosto, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Orden Nacional del Mérito en grado de Comendador, la máxima distinción otorgada por Paraguay, por su extraordinario aporte al desarrollo del cultivo de trigo en nuestro país y su trabajo incansable por más de 45 años en la investigación para el mejoramiento del grano nacional.

 

¿Cómo toma este reconocimiento?

No hay más palabras que agradecimiento para el país, agradecimiento a todos los colegas que han trabajado día a día y a los productores que me han dado una gran mano y confianza para trabajar con ellos. A los medios que nos han ayudado a extender las ideas de las tecnologías que tenemos para adelante. Sinceramente, no me lo esperaba, pero creo que el grupo que hemos construido se lo merecía.

 

Desde que comenzó el Programa Nacional de Investigación de Trigo, ¿qué logros podemos destacar en cuanto a disponibilidad de variedades?

En los últimos 20 años con Capeco ya tenemos 22 variedades registradas, de entre las cuales tenemos, actualmente, por lo menos cinco que están compitiendo y entre estas Itapúa 80 es la principal, ya que cubre el 40 % del área a nivel nacional. En cuanto a variedades, estamos muy bien.

 

Cuando arrancaron este programa, ¿pensó que alcanzaría estos resultados?

Creo que muy poca gente puede captar que producir trigo en Paraguay realmente es un reto porque es un cultivo de temperaturas bajas, de zonas templadas, y para traerlo a zonas tropicales y subtropicales hay que adaptarlo y eso es una gran hazaña. Para nosotros fue la parte más difícil en los primeros años que estuvimos trabajando aquí, pero a pesar de eso pudimos liberar variedades.

 

La tecnología no estaba ajustada y lamentablemente después de ocho años de estar acá el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) decidió mudarme a Uruguay. Cambiamos el proyecto y eso hizo que durante la época del 1990 la producción de Paraguay cayera de vuelta.

 

Luego, vinimos acá y empezamos el programa de vuelta. Afortunadamente, teníamos una base creada en la década del 1970, pero el resultado concreto es que el país se convirtió en autosuficiente con sacrificios y sudor de los productores, quienes empezaron a tener una alternativa de renta.

 

“Afortunadamente, teníamos una base creada en la década del 1970, pero el resultado concreto es que el país se convirtió en autosuficiente con sacrificios y sudor de los productores, quienes empezaron a tener una alternativa de renta”

¿Por qué cree que la superficie de trigo se estancó en Paraguay?

Justo cuando la superficie estaba aumentando, desde el 2013 en adelante empezamos a tener problemas con las heladas y eso hizo que nuestro progreso de casi 670 000 hectáreas hoy bajara nuevamente a 420 000 o 430 000 hectáreas.

 

Yo tengo las esperanzas de que nosotros ahora, con la tecnología que tenemos y con los cambios climáticos que esperamos, tengamos variedades que se adaptan a altas temperaturas. Si no tenemos heladas en agosto, creo que Paraguay podrá triplicar su producción.

 

Tenemos que empezar a mirar de a cinco años o si no, 10 años. Afortunadamente, tenemos muchos productores que durante 10 o 20 años vienen sacando más de 3000 kg de rendimiento cada año.

 

¿Cómo lograr elevar nuevamente el área de siembra del trigo en Paraguay?

Tenemos que llevar al trigo como parte del complejo de soja y entre el maíz. Dentro de cuatro a cinco años, aunque se haga una tercera parte de la soja en trigo, estamos hablando de un millón de hectáreas, y teniendo rendimientos de 2,6 a 2,8 toneladas vamos a llegar a 2,8 millones de toneladas, que triplica lo que tenemos hoy.

 

“Dentro de cuatro a cinco años, aunque se haga una tercera parte de la soja en trigo, estamos hablando de un millón de hectáreas, y teniendo rendimientos de 2,6 a 2,8 toneladas vamos a llegar a 2,8 millones de toneladas, que triplica lo que tenemos hoy”

¿Qué tipo de estrategias se podrían promover para fortalecer la cadena de producción de semillas?

En lo que no estamos muy bien es en la producción de semillas. A nivel técnico producimos variedades, pero tenemos fallas para producir semillas y no producimos porque caen las heladas, entonces tenemos que tratar de ajustar eso y tener un buen apoyo técnico que pueda llevar las semillas al norte, porque en el sur las variedades andan muy bien.

 

Tecnología tenemos, fechas de siembra tenemos, participación y variedades tenemos, solo falta hacer una buena extensión y convencimiento de hablar uno a uno con los productores.

 

Mensaje final

Primero hay que agradecer la persistencia y la continuidad del Ministerio de Agricultura y a Capeco, que fueron nuestros socios desde el primer momento, y después al Inbio, que entró con Capeco y el IPTA para apoyar el proyecto.

 

Hay que felicitar también a los técnicos que han trabajado a través de los años. Realmente, se ven los resultados en el campo.

 

Al productor hay que decirle que existe tecnología a nivel nacional. No tenemos menos que Brasil, Argentina, India, China o Estados Unidos; tenemos tecnología local.

 

Crean en lo nacional, apoyen la tecnología nacional porque eso es lo que realmente va a estar dando regalías y se va a invertir en investigación. Si se invierten en las variedades locales, todo eso se queda en Paraguay.

 

FICHA PERSONAL. Man Mohan Kolhi nació en Peshawar, India, y creció en el seno de una familia dedicada a la venta de productos agrícolas. Obtuvo el título de doctorado en Fitogenética en el Instituto de Investigación Agrícola de la India, y después, en 1970, llegó al CIMMYT, donde trabajó con Norman Borlaug, Premio Nobel de la Paz en 1970, y considerado por muchos el padre de la agricultura moderna y de la revolución verde.

 

Experto en trigo, receptor del Premio Internacional por Servicios a la Agronomía, amigo del Dr. Norman Borlaug y exinvestigador del CIMMYT, son solo algunos de los títulos de Kolhi. Recientemente, agregó el de doctor honoris causa a su lista, ya que la Universidad San Carlos en Paraguay le otorgó este reconocimiento por su contribución al desarrollo y difusión de variedades de trigo en ese país.

 

[Material publicado en el segmento Entrevista de la edición Nº 105 de julio de Revista Productiva, páginas 12 y 13]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]