En medio del atraso de la siembra, el USDA mantuvo el volumen de la cosecha de soja de los Estados Unidos en 112,95 millones de toneladas, por encima de los 112,21 millones previstos, en promedio, por los privados.

 

Para ello, el organismo optó por no revisar ninguna de las cifras proyectada en mayo, es decir, sostuvo su previsión de área sembrada en 34,24 millones de hectáreas; de superficie cosechada en 33,91 millones, y el rinde promedio en 33,29 quintales por hectárea. Así, el USDA “pateó la pelota” del impacto del clima sobre las siembras para el reporte de julio, según reporta Granar.

 

Acerca del resto de las variables comerciales estadounidenses, la única modificación fue el antes descripto aumento de las existencias iniciales, de 27,09 a 29,13 millones de toneladas. Ese dato, con las exportaciones fijas en 53,07 millones de toneladas, provocó la suba del stock final de la nueva campaña de 26,41 a 28,45 millones de toneladas, por lo que el nuevo dato también superó la expectativa de los operadores, de 26,75 millones.

 

En cuanto a la futura producción sudamericana, el USDA proyectó las cosechas de soja de Brasil y de la Argentina en 123 y en 53 millones de toneladas, sin cambios.

 

La demanda de china fue sostenida en 87 millones de toneladas. Lo mismo ocurrió con las importaciones de la Unión Europea y del Sudeste Asiático, que quedaron en 15,10 y en 9,99 millones de toneladas.

 

En el nivel mundial, el USDA proyectó la producción de soja en 355,39 millones de toneladas, casi sin cambios frente a los 355,66 millones del informe de mayo. Las existencias finales fueron calculadas en 112,66 millones, frente a los 113,09 millones del mes pasado y a los 112,99 millones previstos por los privados.