La fiebre de la agricultura en el Chaco no pasa desapercibida. Más aún para los que hace tiempo ansían observar el crecimiento de la región Occidental, que representa el 60 % de la superficie de Paraguay. Pero para lograr un crecimiento sostenible es necesario aplicar estrategias, técnicas y planificar para que la expansión agrícola siga en forma sólida y para que la ganadería, actividad tradicional de la región, obtenga mejores niveles de productividad, respaldada por las reservas forrajeras existentes gracias a la agricultura.

 

En la unidad de producción de Noroda S.A., ubicada en Mariscal Estigarribia, se vive esta experiencia de incorporar una triple mezcla, que forma parte de una de esas decisiones que apuntan a construir un sistema de producción sostenible que garantice mejores condiciones del suelo, mediante una mejor estructura, y a la vez permita elevar los niveles de reservas para los animales que se conviertan al mismo tiempo en herramientas para acelerar los ciclos productivos y que la rueda del negocio gire más rápidamente.

 

El Ing. Agr. Federico Hellman, asesor técnico de Noroda S.A., comentó que esta unidad es un campo de producción mixta, que integra la agricultura y el ciclo completo de la ganadería.

 

Tras años de sequía y suelos anegados, el ingeniero agrónomo destacó la necesidad de buscar mejorar el ambiente productivo y generar la demanda en función a la actividad ganadera mediante un plan productivo para el forraje en confinamiento.

 

La triple mezcla consiste en la utilización del tradicional gatton panic en el Chaco central, además de la adhesión de la ruziziensis y el milleto. Esta simbiosis permite que este campo comience a tener una respuesta favorable y eleve las motivaciones de cara al futuro para comenzar a explorar nuevos techos productivos, tanto en los rubros agrícolas como en los forrajeros.

 

Asimismo, se analizó la manera de mejorar el sistema productivo con los cultivos de maíz o cobertura, en este caso con gatton panic y ruziziensis una vez desarrollada una buena estructura, y en intersiembra con el milleto.

 

Indicó que el propósito con el gatton panic es sumar un volumen importante para la nutrición de los animales. En cambio, con la ruziziensis el objetivo es la cobertura del suelo, de modo a cerrar aquellos espacios expuestos y, que en muchos casos, termina formando peladares y complica la emergencia de los cultivos. Por su parte, con el milleto, en la intersiembra se busca una rotación de raíces para permitir mayor cobertura, pero, en contrapartida, mayor nivel de infiltración de agua y nutrientes que si bien están en el suelo, en muchos casos no están disponibles para un mejor aprovechamiento de los cultivos.

 

También se evaluaron los ambientes óptimos para producir soja con rendimientos deseables y competitivos.

 

Uno de los desafíos es encontrar las condiciones para el manejo de cultivos de invierno con dos escalas de siembra. “El Chaco mide la perseverancia de los productores y es bastante desafiante hacer agricultura, pero es el camino”, sostuvo.

 

Hellman destacó, por su lado, el buen año para la soja en esta temporada, en donde tuvieron resultados bastante satisfactorios. Con este rubro, insistió en la necesidad de trabajar la siembra sobre una acumulación de la humedad en el suelo, fecha de siembra adecuada, además de diversificar la elección de las variedades en cuanto a ciclo de maduración, características, población y densidad.

 

Luego, Norman Rieder, director de Noroda S.A., indicó que el proceso de transición de la ganadería hacia la agricultura nació de la necesidad de mejorar el suelo, con el apoyo de la empresa Agro Chaco. Actualmente, la actividad ganadera de la empresa representa el 90 % de la superficie, pero de manera integrada con la producción agrícola.

 

En los últimos tres años hemos aprendido que uno busca la renta de la agricultura, así como de la ganadería. La integramos de ambos frentes porque eso minimiza bastante los riesgos que tenemos en estas zonas”, destacó.

 

Precisó que esta unidad de producción maneja desde varias décadas una actividad ganadera, pero el propósito es seguir intensificando el campo para mejorar los índices productivos.

 

Acerca del manejo agrícola del establecimiento, el Ing. Agr. Víctor Galeano, director de Logicargo S.A., precisó que el trabajo de darle piso a los cultivos fue posible mediante la estructuración de los suelos, uso de cobertura y la experiencia de varias campañas.

 

También, hubo malos momentos con la sequía que impidió cosechar varios lotes, además de la presencia de los manchones y peladares; no obstante, resaltó que la regulación de las lluvias permitió mejores condiciones.

 

Estamos incursionando de a poco con el algodón, vemos que será el cultivo del futuro y va a darle una buena estabilidad al sistema”, recalcó.

 

[Material publicado en el segmento Nota de tapa de la edición Nº 104 de junio de Revista Productiva, páginas 20, 21, 22 y 23]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]