La carinata, que brinda una elevada cantidad de biomasa, tiene el potencial alelopático de suprimir algunas plantas dañinas y permite, además, rotar el mecanismo de acción utilizando productos como el sulfentrazone en aplicaciones preemergentes, afirmó a Productiva el Prof. Dr. Robinson Osipe, especialista en control de malezas, durante la quinta edición del TecnoDay. Subrayó, asimismo, la importancia de hablar de herbicidas residuales, ya que en la posemergencia la resistencia es muy grande tanto de malezas de hojas anchas como de hojas finas.

 

Durante la quinta edición de TecnoDay, evento organizado por la firma Caltech que se realizó el pasado 22 de noviembre, en Yguazú, Alto Paraná, el profesor Osipe resaltó la importancia de la jornada, considerando que en el momento actual de la agricultura existen plantas dañinas que no se pueden controlar con el glifosato.  “Estamos necesitando racionalizar con rotación de culturas y rotación de mecanismos de acción”, acotó.

 

Durante su presentación destacó el potencial alopático de la carinata. “Fue enfocada una planta llamada carinata, de la familia de canola o colza, que es una innovación en la rotación y fue importante destacar; esa planta presenta una biomasa de un porte elevado y tiene potencial alelopático de supresión de algunas plantas dañinas”, resaltó.

 

Osipe mencionó que hay testimonios de agricultores que confirmaron la reducción de ka´arurú (Amarantus) y santa Lucía (Commelina), solamente por el efecto alelopático de la planta de carinata.

 

Agregó que, si hay resistencia a glifosato, se debe pensar en otras herramientas dismponibles. “En la cultura de la soja un producto importante para controlar el ka´arurú y la lecherita (Euphorbia heterophylla) es sulfentrazone, pero es un producto que al productor le asusta por el riesgo de dejar daño”, remarcó.

 

En ese sentido, subrayó que el cultivo de la carinata al ser de la familia de nabo forrajero, se sabe que el sulfentrazone para esta planta es poco eficiente, casi inocuo.

 

“Conversando con el equipo de Caltech sobre este evento, hicimos una sugerencia de probar el producto sulfentrazone como una herramienta preemergente, que podría, con una especulación, ser residual y fue aplicado en el campo donde fue implantada la carinata después de tres días, siete días y 10 días”, comentó.

 

El profesor mencionó que mediante esa prueba se pudo saber que cuando se espera siete y 10 días el producto se mostró selectivo. “No estoy recomendando, pero estoy diciendo que Caltech y con esta empresa de Brasil estamos viniendo acá en una parcería (alianza) para mejorar la información de posibilidad de productos”, precisó.

 

Resaltó que el sulfentrazone tiene potencial para controlar hojas anchas con selectividad. “En contrapartida, para controlar picão preto (Bidens pilosa) el clomazone es una herramienta interesante y la mezcla de estos dos productos, quizás en un próximo año podamos hablar de dosis que el productor de Paraguay va a poder utilizar para reducir la competencia de malezas”, subrayó.

 

En resumen, el profesor resaltó que ya sea en la cultura de la soja, de maíz o de carinata es muy importante hablar de herbicidas residuales, ya que en la posemergencia la resistencia es muy grande tanto de malezas de hojas anchas como de hojas finas.

 

“Tenemos aquí la seguridad de poder aprender y en el próximo evento estar pasando informaciones nuevas de investigaciones que van a ayudar la reducción de la presión de malezas”, concluyó.

 

Osipe fue profesor de malezas por más de 40 años en el estado de Paraná y, actualmente, es director de una empresa de investigación en Brasil, que trabaja con nuevos productos que van a salir al mercado dentro de cinco a 10 años. Además, ha trabajado en consultoría sobre resistencia de plantas dañinas en diferentes regiones de Brasil, Paraguay y Bolivia.

 

[Foto: Dr. Robinson Osipe / Productiva C&M]