Cuando hace algunos años arrancaba el sueño de mejorar la producción de alimentos en los campos bajos, a través de la incorporación del arroz a la tradicional ganadería, se generaba esa integración agrícola-ganadera que marcaba un nuevo hito en nuestro país. Sin embargo, el trabajo no se detuvo allí, sino que los productores siguieron buscando otra alternativa, con base en aciertos y errores, para consolidar el sistema de producción en estos ambientes de por sí ya complicados. Es así que surge el sistema multizafras para comenzar a establecer un nuevo esquema de trabajo, altamente eficiente, que apunta a lograr la máxima capacidad productiva en estos campos que hasta hace poco tenían una mínima o nula capacidad productiva.

 

En una visita valiosa, el equipo de Productiva C&M se trasladó hasta San Juan Bautista, Misiones, para observar el magnífico trabajo de la empresa Admirable S.A. Allí, su representante, el Ing. Agr. Nicolás Heisecke, comentó que el establecimiento trabaja con la integración agrícola-ganadera en un campo de 18 000 hectáreas. La parte pecuaria de cría y recría comprende una producción de 5000 vientres en promedio por año y el componente agrícola se desarrolla en esta zafra con 8000 hectáreas de arroz y 1200 hectáreas planeadas para el cultivo de soja.

 

Anteriormente, estos campos eran completamente ganaderos y tenían una carga receptiva de un animal cada tres hectáreas. A medida que la ganadería fue mejorando la empresa decidió incursionar en la agricultura.

 

Con la entrada de la agricultura podemos decir que tenemos una carga receptiva de dos a tres animales por hectárea. Queremos ir destinando zonas donde nunca entró ninguna maquinaria, aprovechando que contamos con implementos agrícolas propios”, señaló.

 

Uno de los objetivos es trabajar con pasturas perennes para lograr mayor efectividad del campo. Si bien muchas personas creen que la agricultura va sacando espacio a la ganadería, el ingeniero aseguró que no es así, sino que, al contrario, se crea una sinergia, ya que la intención es mantener e incluso aumentar el hato ganadero dentro del establecimiento.

 

Mencionó que la primera inversión de gran envergadura fue la colocación de un reservorio de agua con la capacidad de irrigación de 2000 hectáreas de arroz, sin utilizar otro tipo de fuente.

 

Comentó, además, que se desarrolla un sistema multizafras. El año pasado cosecharon con buenos resultados soja, maíz y arroz.

 

Gracias a la agricultura pudimos también meter pasturas invernales como avena y acevén, las cuales una vez cosechadas usamos para pastoreo de los animales. En consecuencia, estas pasturas van cuidando el suelo y a la larga influyen también en los siguientes cultivos”, resaltó.

 

Por último, agregó que Admirable S.A. cuenta con una estructura de secado y descascarado para arroz, además de silos con capacidad estática de 22 000 toneladas.

 

Surco-camellón. El Ing. Agr. Guilherme Kich, gerente de Producción Agrícola de Admirable S.A., explicó que por mucho tiempo el campo fue desarrollado exclusivamente para el cultivo de arroz, pero actualmente se lleva adelante el manejo de un sistema multizafras.

 

Desde el año pasado se cuenta con un área significativa de soja con el sistema surco-camellón, además se introdujo otros rubros como el maíz zafriña. El objetivo a corto y mediano plazo es aumentar la superficie agrícola y mejorar el suelo, después de años de cultivar solo arroz.

 

El proyecto de surco-camellón se replicó del trabajo realizado en Brasil. Consiste en la formación bajo un distanciamiento entre surcos de 1,15 m y 45 cm x 70 cm entre camellones, mientras que el levantamiento es en torno a 20 cm. “Terminamos la siembra de soja a finales de agosto y en los primeros 15 días de setiembre agarramos entre 280 a 290 mm de lluvias. Tenemos la seguridad de que sin el sistema surco-camellón este volumen de agua nos hubiese afectado, pero el plan respondió”, acotó.

 

En la experiencia con el maíz zafriña explicó que se ajustó el sistema surco-camellón al igual que la irrigación, a fin de lograr una estabilidad productiva. El promedio del cereal este año llegó a 6900 kg por hectárea, a pesar de la sequía.

 

La densidad de siembra de maíz en campos bajos no varía, a diferencia de la implantación temprana de la soja ante los riesgos de días fríos y las precipitaciones.

 

El surco-camellón es un sistema que en cualquier parcela es viable si es bien planeado, pero no todas las parcelas están preparadas para recibir una irrigación por camellón porque no son parcelas sistematizadas o con pendientes controladas”, explicó.

 

La planificación inicial de la empresa para el 2023 era aumentar el área de soja; no obstante, la perspectiva de intensas lluvias a causa del fenómeno climático El Niño les obligó a disminuir las áreas de la oleaginosa e incrementar las de arroz.

 

A su vez, destacó que la soja generó un sistema de reorganización del campo, ya que es un cultivo de alto nivel de cuidado, además permite alcanzar mayores techos productivos con el arroz y un menor costo de producción por las ventajas en el control de malezas.

 

Aplicaciones. El Ing. Agr. Manuel Guadalupe, responsable técnico de Admirable S.A., señaló que la introducción de la soja generó un cambio en el pensamiento del manejo cultural y permitió apuntar a una integración entrezafras. “Lo que me permite un cultivo de secano es rotar, usar un glifosato y otros herbicidas que en arroz no puedo usar”, indicó.

 

Especificó que se considera la deriva de los productos hormonales, dirección del viento, inversión térmica, lavado de las maquinarias o el tanque de la pulverizadora del avión como parte de los cuidados extras para viabilizar la producción de soja y arroz.

 

Por otra parte, comentó que el diseño del surco-camellón se realiza mediante un software. Con el mismo ancho de las sembradoras, a través de la señal satelital, se garantiza la repetibilidad de ese trabajo y el stand de plantas necesario.

 

Hay que cambiar esa mentalidad de que no se puede y buscar la forma de hacer soja en campos bajos”, remarcó.

 

Tafirel. El Ing. Agr. Víctor Sosa, responsable del área de Desarrollo de Tafirel, habló sobre el manejo de malezas en la unidad de producción y las innovaciones que se encuentran en el mercado. Indicó que el Propanex es un herbicida de contacto con amplio espectro de acción, lo que incluye todo el complejo de gramíneas, sumado a la rotación de cultivos.

 

El control de malezas en soja también estamos acompañando con inhibidores de PPO (protoporfirinógeno oxidasa), que ayudan a dar esa sostenibilidad a todo este sistema. En zafriña trabajamos con otras herramientas de distintos mecanismos y eso da resultado con las buenas prácticas y se nota en los buenos rindes”, subrayó.

 

En este esquema de rotación de cultivos se tuvo en cuenta la residualidad o carry over que dejan, principalmente, los hormonales. Explicó que el Propanex, en conjunto con el Triplex, brinda una contundencia al control de ciperáceas.

 

Precisó que la empresa trae nuevas herramientas que internacionalmente vienen dando buenos resultados. “Brindamos soluciones que sean seguras para el productor”, concluyó.

 

[Material publicado en el segmento Nota de tapa de la edición Nº 108 (octubre) de Revista Productiva, páginas 20, 21 y 22]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]