El presidente de la República, Santiago Peña, promulgó la Ley Nº 7190 de Créditos de Carbono, que tiene como objetivo lograr un doble impacto para el crecimiento y desarrollo del país: la conservación y manejo sostenible de los recursos a través de la reducción, eliminación o captura del CO2 y generar ingresos para potenciar los sistemas de producción, anunció el mandatario en sus redes sociales. La normativa consta de 26 artículos y será el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) la autoridad de aplicación.
El presidente Santiago Peña promulgó la ley “De los créditos de carbono”. A través de su cuenta de Twitter, mencionó que “Gracias a ella nuestro país podrá acceder a recursos conservando nuestro medio ambiente”.
Con sus 26 artículos esta ley tiene como objetivo establecer el régimen de titularidad de los créditos derivados de los beneficios del carbono reducido, evitado y/o capturado y determinar la propiedad de los créditos de carbono generados por proyectos desarrollados en Paraguay (forestal, agricultura y ganadería, procesos industriales, residuos, energía, transporte, uso de productos y otros), así como constituir un mecanismo formal de contabilización de las transacciones que se formalicen de dichos créditos, a fin de incentivar y facilitar la participación de sectores públicos y privados en la mitigación de gases de efecto invernadero y en los mercados de carbono, resguardando el cumplimiento de las contribuciones determinadas a nivel nacional.
Desde el Mades, autoridad de la aplicación de la ley y encargada de llevar un registro de los créditos de carbono generados en el país y aquellos adquiridos en el exterior de forma a evitar la doble contabilidad, en caso de comercialización de dichos créditos de carbono a entidades del exterior, señalaron que los bonos de carbono son un mecanismo internacional de descontaminación para reducir las emisiones al medio ambiente. Además, acota que son uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kioto para la reducción de emisiones causantes del calentamiento global y efecto invernadero.
En ese sentido, el ministro del Ambiente, Rolando de Barros, afirmó que la normativa se traduce en un hecho trascendental que trae consigo innovación y avance en todo lo relacionado a la política de sostenibilidad. La ley de créditos de carbono va a contribuir enormemente en el crecimiento y desarrollo del país: “podemos tener un doble impacto, conservar y manejar sosteniblemente nuestros recursos y generar ingresos para nuestro sistema de producción”, señaló.
Así también, destacó que Paraguay es uno de los pocos países que cuenta con una herramienta como esta que contribuye directamente a la conservación, protección y manejo sostenible de los recursos naturales, y que realmente puede desarrollarse en equilibrio con la naturaleza.
Los proyectistas de la ahora ley habían fundamentado que fue redactada en consonancia con los conceptos de propiedad privada, el régimen de libre mercado y la preservación de la soberanía nacional, respetando los principios establecidos en la Constitución Nacional. La normativa establece también la creación de un marco legal que permita otorgar seguridad jurídica sobre la propiedad o titularidad de los créditos de carbono generados por proyectos desarrollados en el Paraguay, garantizar su libre comercialización en mercado voluntario, y otorgar transparencia a las transacciones.
El marco legal claro que otorga esta ley, tanto para el propietario o desarrollador, como para el adquiriente de los créditos de carbono y demás actores, permite que ellos decidan incursionar en dicha actividad y que Paraguay sea visto como un destino atractivo para inversiones en el mercado de carbono.
Cabe destacar que no prevé la creación de un régimen tributario especial, por lo que se aplicará el régimen general, según el cual la transferencia de los créditos de carbono estaría libre al impuesto al valor agregado (IVA) y gravada por el impuesto a la renta.
[Foto : Cobertura de suelo / Archivo / Revista Productiva]