Nuevamente en la actual campaña se presentaron condiciones extremas de sequía y altas temperaturas que se llevaron varios kilos de rendimiento de la soja de los productores. No obstante, las lluvias que cayeron al arrancar este año avivan las esperanzas de compensar aquellos magros resultados alcanzados en las primeras cosechas levantadas.

 

Durante la jornada de campo de la compañía UPL, desarrollada en Bolas Cuá, San Pedro, área de acción de la Cooperativa Friesland, se hizo fuerte énfasis en las biosoluciones como alternativa para lograr mayor estabilidad en escenarios negativos y alcanzar el máximo techo productivo en caso de que las condiciones ambientales acompañen.

 

El productor de Colonia Friesland, Oliver Reimer, contó su experiencia acerca de las condiciones de esta nueva campaña de soja. Al respecto, mencionó que, si bien al inicio del periodo de siembra cayeron muchas lluvias, luego de eso inició la sequía que afectó principalmente a la soja tempranera. El productor comenzó a sembrar el 20 de setiembre y culminó el 20 de octubre.

 

Sobre los cultivos, indicó que se produjeron pérdidas de vainas y el aborto de flores. A pesar de esto, espera una recuperación de la soja con el acompañamiento de los abonos foliares y buenas lluvias.

 

En ese sentido, señaló que tiene la expectativa de que los biológicos puedan ayudarle al desarrollo del cultivo, pero es necesaria una condición de humedad para obtener buenos resultados. En cuanto a rendimientos, el agricultor estima un promedio 3500 kg/hectárea, dependiendo de las condiciones que se presentan.

 

Insistió también en su trabajo realizado con el uso de mix abonos verdes y el sistema santa fe, que permiten retener mayor humedad en el suelo. Este manejo ayudó al productor a obtener mejores resultados en esta zafra, pese a la sequía.

 

Respecto al acompañamiento de la empresa UPL Paraguay, comentó que tiene experiencia con la utilización de Triclon, un herbicida de acción sistémica para el control de buva, además del fertilizante foliar Foltron y otros productos que aportaron excelentes resultados, subrayó.

 

Lo importante es siempre tener buena cobertura y entrar siempre con foliares”, recalcó.

 

Por otra parte, para esta campaña de soja la perspectiva de los socios de la Cooperativa Friesland es lograr mejores resultados, indicó el Ing. Agr. Richard Fast, gerente del área de Desarrollo Agropecuario. Al inicio de esta zafra se registraron condiciones favorables, por lo que se pudo sembrar gran parte de la soja entre setiembre y octubre.

 

Posteriormente, se presentó un escenario desfavorable con la sequía. Explicó que durante 30 a 35 días hubo sequía y altas temperaturas, por lo que se esperan pérdidas de rendimiento del 30 %, aproximadamente.

 

El área estimada de siembra de soja de los socios de la Cooperativa Friesland ronda las 15 000 hectáreas. En cuanto a novedades, la institución trabaja en el área de nutrición vegetal y el uso de productos biológicos. “Tenemos buenos resultados cuando el clima acompaña”, destacó.

 

Estrategias. El Ing. Agr. Luis Medina, asesor técnico de la Cooperativa Friesland, habló de la situación de los lotes de soja que se enfrentaron a muchas lluvias en el mes de octubre, lo cual retrasó su desarrollo que de un ciclo de 135 días a 150 días o más. Luego, se presentó una sequía por más de 30 días, incluso 45 días en algunas localidades, que afectó el potencial productivo de las plantas.

 

Las parcelas de setiembre pueden alcanzar 1000 kg o menos y las parcelas de octubre son las que más están sufriendo esta seca”, expresó.

 

Indicó que después de las buenas lluvias se presentó la oportunidad de establecer estrategias de manejo para capitalizar el máximo potencial productivo de la soja. Ante esta situación la estrategia planteada es la aplicación de foliares antiestrés para que las hojas puedan nutrirse. Otra recomendación es optar por la aplicación de fungicidas para mantener verdes las hojas por más tiempo y mitigar el estrés.

 

Luego, el Ing. Agr. Richy Emilio Espínola Fariña, responsable del área de Desarrollo de Mercado para la región norte de UPL Paraguay, explicó que la empresa está exponiendo avances en biosoluciones y otras herramientas. Una de esas innovaciones es K-intens, un fertilizante foliar a base de potasio y fósforo que se recomienda a una dosis de 1 kg por hectárea a partir de R3.5 hasta R5.

 

Esta parcela recibió la aplicación del K-intens en un estadio de R 3.5 y se atrasó ya que tuvimos una sequía de 30 a 35 días. Ahora que llegó la lluvia el productor está viendo de forma más positiva”, comentó.

 

Otro producto destacado es Foltron, que está compuesto por micronutrientes y macronutrientes, además de fitohormonas que ayudan a liberarle a la planta del estrés que es causado por la sequía o por la aplicación de herbicidas. La dosis recomendada va de 0.5 litros a 1 litro, dependiendo del estrés que presenta la planta.

 

UPL está apostando fuertemente a las biosoluciones y herramientas tecnológicas para los productores, teniendo en cuenta que el cultivo sufre de algún tipo de estrés por el clima o aplicaciones”, subrayó.

 

Dentro de esta ruta de las biosoluciones que sigue UPL, el Ing. Agr. Paulo Grau, responsable de Investigación y Desarrollo de UPL para Paraguay, Bolivia y Uruguay, enfatizó el desarrollo de pruebas comerciales de un bioestimulante de origen natural llamado Fitobolic, que tiene actividad fitohormonal. Esta innovación se lleva a cabo mediante el concepto de fisioactivadores promovido por la empresa.

 

Resaltó que este producto debe aplicarse al inicio de la floración (0.5 a 1 litro) y actúa sobre un punto específico de dos factores de productividad de la planta, que son el número y el peso de granos. “Tiene una ventaja medioambiental y de seguridad para la planta, el suelo y para el agricultor”, señaló.

 

Asimismo, permite que dentro de las plantas se expresen diferentes genes en ciertos momentos considerados ideales, provocando así un equilibrio en la planta. Las hormonas que incorpora son auxinas, giberelinas y citoquininas.

 

Fitobolic, que estará disponible en la próxima campaña, permite elevar el nivel de productividad entre 8 y 12 %, resaltó. “Además del resultado directamente repercutido en la productividad, es un potenciador del fungicida”, acotó.

 

[Material publicado en el segmento Agricultura Productiva de la edición Nº 99 de enero de Revista Productiva, páginas 16 y 17]
[Foto icon-camera : Revista Productiva]