Pese a las adversidades climáticas que se llevaron los rindes y la calidad del trigo en esta campaña, la transferencia de tecnología en este rubro no se detuvo, según se confirmó en la tradicional jornada de campo de trigo de Sem-Agro S.A., organizada en J. Eulogio Estigarribia, departamento de Caaguazú.

 

El Ing. Agr. Ramón López, asesor técnico de Sem-Agro S.A., expresó que es una actividad que la empresa lleva adelante cada año como semillera y propietaria de una industria molinera. “Se está apostando por el cultivo de trigo, mostrándole al productor lo que se está haciendo en la parte de nuevas variedades y difundiendo los trabajos de los obtentores. Para nosotros es importante que el cultivo de trigo llegue a ser sustentable y se mantenga en el tiempo”, acotó.

 

Comentó que fueron presentadas 14 variedades pertenecientes a cuatro empresas obtentoras, de las cuales se presentaron 12 variedades que fueron sembradas en dos épocas, el 8 mayo y 21 mayo, con base en la recomendación de siembra para la región.

 

López dijo que a nivel general hubo bastante perjuicio por heladas y una escasa precipitación durante el ciclo de trigo de menos de 200 milímetros. “Eso empujó un poco al productor a sembrar al borde de la época recomendada porque había una humedad remanente y no había un pronóstico de lluvia. Posteriormente, las heladas de julio le afectaron a la mayoría de los materiales de ciclo medio a corto con espigas y se produjo la congelación por las bajas temperaturas que para el trigo es muy perjudicial”, explicó.

 

Indicó que como difusores y proveedores de material genético para el productor, siempre buscan introducir primero las variedades en las parcelas demostrativas para conocer sus características deseables. “Por suerte los trigos nacionales, por ejemplo los del IPTA, son muy rendidores y con buen perfil sanitario y una excelente calidad industrial”, resaltó.

 

Las variedades nuevas que están siendo multiplicadas son Itapúa 90 y Canindé 31 que se caracterizan por una excelente fuerza de gluten y mejoradores; por lo tanto, esas cualidades son apreciadas por la industria porque le asegura una buena calidad de harina.

 

Por otra parte, resaltó las bondades de las variedades de Biotrigo que están trayendo dos alternativas nuevas e interesantes. Uno de ellos es el TBIO Ponteiro de ciclo medio, de trigo tipo pan y con buen perfil sanitario, mientras que el otro es el Aton-Cerrado, de un ciclo más precoz y de buena calidad industrial. “Es difícil muchas veces reunir todas estas condiciones en un material, pero los obtentores están logrando tener trigos rendidores para que el productor realmente obtenga sus beneficios y posteriormente obtenga una calidad industrial”, resaltó.

 

Enfatizó que las empresas obtentoras se fijan mucho en las tendencias del mercado y en nuestro país, como la soja es el cultivo principal, se fue anticipando su fecha de siembra y eso empujó al productor de trigo a sembrar variedades más precoces.

 

Hoy en día hay variedades de ciclos más precoces con buen potencial de rendimiento, pero, en general, en la agricultura cuando uno está sacando tiempo de permanencia en el campo también está exponiéndole a ese material a mayor sensibilidad, sobre todo a las condiciones climáticas. El trigo es un cultivo que tolera cierto nivel de falta de agua, pero cuando esto se prolonga también le perjudica, así como también le afecta la baja temperatura excesiva.

 

“Como Sem-Agro estamos insistiendo en el rubro y queremos que el productor siga haciendo trigo porque es muy importante para nosotros y para el país, considerando la época y no tenemos muchos cultivos de invierno. El trigo es una materia prima importante para la alimentación y para la industria y también, si es sustentable, entra como un rubro preponderante dentro del sistema de siembra directa que estamos practicando. Se controlan las malezas dentro del trigo y, posteriormente, cuando se cosecha el productor tiene mucha más facilidad de manejar esa maleza y sembrar el rubro siguiente que es la soja”, resaltó.

 

Luego, Alfred Penner, gerente de Sem-Agro, comentó que este año se volvió a realizar en forma presencial la tradicional jornada de campo.

 

Indicó que SemAgro es una semillería que también tiene su molino, por lo tanto, pide a los productores que siembren trigo porque es necesario. “Este año pensamos que hay más trigo en cuanto a área de siembra en todo el mercado, pero las heladas afectaron muchísimo el rendimiento”, explicó.

 

En el año 2020 los socios de Sem-Agro sembraron 4500 hectáreas y este año, 6000 hectáreas, de las cuales se estima que 40 % fueron afectadas. “Esto podría afectar al molino también, por lo que tendríamos que comprar productos de otros países. La calidad es un tema que ver para el próximo año, entonces podríamos hacer algunas mezclas o tratar de hacer un mejor producto”, añadió.

 

Finalmente, dijo que el 2020 fue un buen año, pero que el 2021, de no ser por las heladas, los resultados del trigo hubieran sido excepcionales. Acotó que esperan buenas lluvias para comenzar a avanzar con la siembra de soja.

 

AgrPRO. El Ing. Agr. Javier Luna Pastore, director de la empresa, comentó que presentaron un trabajo sobre necesidad nutritiva del trigo. Agregó que realizan la corrección de estos suelos y la fertilización de todos estos cultivos para mostrar a la gente la necesidad nutritiva del trigo que en los últimos años viene recibiendo muy poca inversión.

 

Acotó que la gente está acostumbrada a hacer una fertilización nitrogenada, pero hoy en día las expectativas también subieron mucho y ya se están planteando trigos de 5 toneladas, por ende, se requiere una inversión importante.

 

Comentó que muchos invierten bastante en fertilización de base de la soja y dejan de lado al trigo. De esta manera, recomendó realizar una inversión similar para obtener los resultados esperados. Precisó que el productor estaba acostumbrado a un trigo de 2500 a 3000 kg, pero acotó que con esos rindes los números no cierran.

 

“Venimos de años anteriores en lo que llegábamos por encima de 4000 kg y creo que lo que pasó con las heladas bajó la expectativa, pero por las condiciones creía que iba a haber mucho trigo de cinco toneladas. Hay que hacer una fertilización de base y una corrección de nitrógeno al voleo. Hay que ir cambiando el concepto de la fertilización del trigo para alcanzar los rindes a los que se puede llegar sin ningún problema”, destacó.

 

Capeco. El agrónomo Alfonso Guerreros, responsable de semillas del Programa Nacional de Trigo, comentó que expusieron variedades que se adaptan perfectamente a la necesidad del productor. Por ejemplo, los ciclos son compatibles dentro de la cadena de producción de un cultivo subsiguiente como la soja. El ciclo más largo de trigos nacionales es de 125 días, incluso existen algunos de ciclo corto de entre 110 y 115 días.

 

Otra característica destacada en estos materiales, producto del trabajo de los investigadores del programa, es que los trigos tienen categoría mejorador tipo pan, que favorece a la industria.

 

Mencionó que los materiales tienen un excelente perfil sanitario. En ese sentido, la Itapúa 90 es resistente a brusone y la ltapúa 95, a manchas foliares, que a diferencia de otros materiales susceptibles que, dependiendo del año, demandan dos aplicaciones antes de la floración, este recibirá una sola aplicación.

 

Por otra parte, habló de la variedad Canindé 31, que es tolerante a sequía. Este material se posiciona para aquellos productores de la zona centro-norte donde escasean las lluvias oportunas para trigo.

 

“Seguimos presentando el Itapúa 95 porque es el trigo más rústico y se adapta muy bien al suelo de media fertilidad. Los nuevos trigos dejan mayor resistencia de la cobertura a la intemperie o sea, protege la capa del suelo después de la cosecha”, agregó.

 

Adelantó que para el próximo año se lanzarán tres materiales que actualmente se encuentran en etapa de ensayos de observación y que ya están inscriptos. En general, son trigos de ciclos cortos y que tienen comportamientos especiales contra los ataques bióticos que se presentan en el campo.

 

Biotrigo. El Ing. Agr. Pericles Santacruz, responsable técnico de Brava Tecnología, representante de Genética Biotrigo en Paraguay, explicó que en esta jornada de campo presentaron el material de ciclo medio largo que es el TBIO Ponteiro, un lanzamiento de este año. “Este trigo es más rústico para apertura de siembra y está posicionado para climas más fríos. El posicionamiento en Paraguay va a ser a partir de Canindeyú hasta Itapúa”, explicó.

 

Dijo que una de las principales características es que es resistente al aluminio tóxico y eso conlleva a una mayor productividad, independientemente de la sequía. Su bondad es el comportamiento en sanidad y es similar al TBIO Sossego en cuanto a nivel de resistencia de espiga y oídio.

 

Comentó que otro punto particular es la cantidad de semillas que se debe mantener que es de 55 unidades por metro lineal y mantener 330 por m² como padrón. La época de siembra es de finales de abril hasta la primera quincena de mayo como para dejar la parcela para uso de soja. Agregó que vendrán otros lanzamientos para climas más cálidos.

 

Además, en el día de campo fue presentado el TBIO Sonic, que es material superprecoz y es su tercer año de siembra. “Este año queremos enfocarnos en los precoces y superprecoces por su época de siembra y como son de ciclo mucho más rápido tenemos que cuidar la época de siembra por el espigamiento, especialmente luego de las heladas”, indicó.

 

Otro material expuesto fue el Energix que se destaca como trigo para silaje o forraje. “Tenemos una producción promedio de 25 toneladas de materia verde por hectárea y el productor puede tener dos puntos de corte para forraje: terminación de floración y para silaje sería grano pastoso. La característica principal es que no tiene arista y no golpea al ganado en su tráquea para la alimentación, es palatable y en época de siembra es variable porque son un mix de variedades, de ciclo precoz y medio tardío y eso lleva a manejar diferentes épocas, así también va a entregar productividad de masa verde y calidad bromatológica bastante buena”, indicó.

 

Finalmente, dijo que también están trabajando en la incorporación de un trigo pasto que está en proceso de registro y va a ser una alternativa para los productores. Tendrá un promedio en proteína bruta de 18 %.

 

Agrotec. El Ing. Agr. Ever Benítez, consultor técnico de negocios de Agrotec, comentó que la empresa acompañó el manejo fitosanitario de todas las parcelas desde tratamiento de semillas hasta la aplicación de herbicidas, fungicidas e insecticidas.

 

Destacó todo el manejo con el portafolio de Agrotec, dentro del cual se destacan productos de alta performance que permitieron alcanzar excelentes controles de plagas y enfermedades.

 

Agrofértil. El Ing. Agr. Óscar Simko, asesor comercial de Agrofértil S.A. en la región de Campo 9, resaltó el uso de los productos para la nutrición vegetal, específicamente con los fertilizantes de Yara. “Tenemos tres tipos de fertilizantes para el cultivo de invierno: el Yara Basa, Yara Turbo y Yara Vera. Yara Basa es un fertilizante de mezcla física, cuyos micronutrientes están en los granos del nitrógeno, fósforo y potasio y una mezcla de calcio azufre. La nueva generación de fertilizantes Yara Basa es de alto performance porque tiene una fabricación diferente de mayor tecnología y es un fertilizante de una mezcla química general que continente ocho nutrientes en el mismo grano con macronutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y azufre) y micronutrientes (boro zinc y manganeso)”, resaltó.

 

Abonos verdes. En la jornada de campo también se hizo énfasis en un trabajo estratégico entre Sem-Agro S.A., Kundaha I+D y Capeco. La Ing. Agr. María Luisa Ramírez, integrante de la asesoría agrícola de la Capeco, comentó que en esta oportunidad se expuso una parcela demostrativa de abonos verdes. El objetivo es generar información propia y ver cómo se comportan los diferentes abonos verdes en esta zona y según la fecha de siembra, con el fin de promover la siembra directa para que el agricultor pueda tener un lugar donde compartir sus experiencias y probar en su campo.

 

Luego, el Ing. Agr. Ricardo Chamorro, investigador de Kundaha I+D, resaltó que la tarea es evaluar los diferentes tipos de cultivo que existen en la parcela y observar posteriormente, qué aportan en cada situación, tanto en el análisis del suelo, como en la contribución de la materia seca. “Aquí se realizó un análisis de suelo antes de la implantación y se va a hacer otro posterior al rolado, después se va a incorporar el cultivo y queremos ver la masa seca para cada cultivo. Posteriormente, se sembrará de manera a que pueda seleccionar una sola variedad de todos los cultivos y queremos ver si hay defectos posteriores en rendimiento, vigor, presión de insectos y malezas, es decir, evaluar todos esos puntos que sean beneficiosos de los cultivos verdes”, concluyó.

 

[Material publicado en el segmento Actividad de la edición Nº 83 de setiembre de Revista Productiva, páginas 36, 37 y 38]
[Foto icon-camera : Revista Productiva]