Productores agrícolas de distintos departamentos coincidieron en señalar en esta zafra 2014/15 se vuelven a notar los efectos del Niño por segundo año consecutivo. Las lluvias son más frecuentes, hay mayor humedad en el ambiente y mayor nubosidad, sostuvo Romualdo Zoche, gerente de la Cooperativa Pindó, del distrito de San Cristóbal, Alto Paraná.

“Estamos bastante contentos con las lluvias que tuvimos la semana pasada y esta semana, sin temporales ni granizos. Solo hace falta que salga más el sol”, afirmó.

Informó que ya culminó la siembra de soja en el este del país. La siembra fue más tardía y solo el 10% de las parcelas fueron tempraneras porque el clima así lo dispuso. En este sentido, el presidente de la Asociación Japonesa de la Colonia Yguazú, Ichiro Fukui, coincidió señaló que hubo resiembra de soja en las parcelas tempraneras afectadas por las orugas.

“Recién ahora está llegando El Niño porque desde agosto que la gente quería sembrar y no teníamos lluvias, en setiembre tampoco, sí hubo algunos aguaceros pero el porcentaje de siembra fue muy bajo. Recién desde comienzo de octubre pudimos sembrar a full”, comentó Fukui.

Si bien, cuando se tiene este fenómeno climático en Paraguay, los rendimientos suelen ser altos existen el cuidados a los que hay que prestar bastante atención, explicó Víctor Penayo, vicepresidente de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, CAP, filial departamental.

“Ya hay un exceso de lluvias. Tenemos zonas bajas que se pueden echar a perder. Inclusive hay que cuidar si no empieza a aparecer algún virus. Un problema muy grande que tenemos cuando la soja está seca y empieza a lloverle es que por la humedad se hincha y cuando sale el sol se deshincha perdiendo peso y calidad”, dijo.

Observó que áreas nuevas de soja no se abrirían este año. La idea de los productores en esta zafra es controlar los costos de producción. Paraguay cubre aproximadamente unas 3.200.000 hectáreas de soja al año, de acuerdo a estimaciones de CAPECO e INBIO.

Fuente: Boletín UGP