La agricultura en el Chaco sigue enfrentando cambios que apuntan en todos los sentidos a lograr una estabilización de la productividad en el verano con los cultivos comerciales, pero antes es bueno seguir consumando procesos de rotación para darle más cobertura al suelo y mitigar de esta manera la variable de falta de humedad, sobre todo en periodos de alto estrés hídrico.

 

Dentro de este proceso, el productor Cliff Doerksen recibió al equipo de Productiva C&M para exponer el trabajo que desarrolla en su campo. Explicó que entre el 14 y el 16 de diciembre decidió plantar la variedad de soja Atria. Indicó que en la rotación de cultivos luego optó por otro cultivo de renta como lo es el cártamo, ya que a finales de mayo llegaron 50 milímetros de lluvias y al mismo tiempo se pudo aprovechar la humedad para sembrarlo.

 

Mencionó que en un principio pensó en cultivar trigo, pero la inversión resultaba ser mucho más alta debido al elevado costo de los insumos y a la incertidumbre del comportamiento del clima durante el invierno.

 

De manera a contar con una buena población de plantas, el agricultor sembró 11 kg de semillas de cártamo por hectárea con un espaciamiento de 45 cm, a fin de generar plantas más pequeñas y no complicarse en el proceso de la cosecha.

 

El cártamo se caracteriza por ser un cultivo bastante rústico. Doerksen comentó que si las condiciones de humedad son buenas durante la siembra, su crecimiento es óptimo, además posee una raíz muy agresiva, lo que permite sacar mayor cantidad de agua y nutrientes en un suelo arcilloso, a diferencia de otro tipo de plantas. De esta manera, el cultivo tolera mejor los periodos de estrés hídrico, en comparación con otras herramientas de siembra en este lapso del año.

 

Detalló que el precio de venta se encuentra por arriba de los G 3000 el kg. En ese sentido, señaló que el costo de producción podría cubrirse con 400 kg.

 

En cuanto a la estrategia, durante la visita al campo del productor se pudo observar otras parcelas sin cultivo de renta, pero con cobertura. En ese aspecto, Doerksen dijo que luego de la cosecha de la soja se plantó 7 kg por hectárea de sudán negro en medio de buenas condiciones.

 

Debido a su resistencia a la sequía el sudán negro le hace competencia a las malezas, además es de fácil control mediante el uso del glifosato, pensando ya en la desecación, subrayó. “Si le dejas llegar a mayor edad, su rama está formada con bastante fibra y de esa forma se puede mantener mucho más tiempo en el suelo, dando la posibilidad de encontrar un buen rastrojo y tener un área cubierta”, destacó.

 

Por último, con miras a la siguiente zafra, el agricultor mencionó que luego de la cosecha del cártamo está analizando hacer barbecho y después una desecación anticipada, de manera a captar la mayor cantidad de agua. También tiene pensado cultivar maíz con el Sistema Santa Fe a finales de enero en aquellas áreas que estaban cubiertas con cártamo, mientras que sobre las parcelas de sudán negro se prevé la siembra de soja en el verano.

 

[Material publicado en el segmento Agricultura Productiva de la edición Nº 96 de octubre de Revista Productiva, página 14]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]