A pesar de que se perfila una buena zafra 2023/2024, la preocupación del productor se centra en los problemas de seguridad, que pueden afectar el trabajo en el campo, así como la volatilidad de precios de los granos y el clima, señaló a Nación Productiva Roberson de Almeida, productor y propietario de Fazenda de Almeida, establecimiento ubicado en Los Cedrales, Alto Paraná.
Al ser consultado sobre el escenario del año agrícola 2023 en Paraguay, el productor Roberson de Almeida dio una calificación perfecta. En su caso particular, dijo que la actual campaña de soja está teniendo buenas condiciones y el desarrollo del cultivo “está perfecto”, sin inconvenientes de enfermedades ni malezas, aunque muchos productores de la zona se vieron afectados por las granizadas, vientos y fuertes lluvias que los llevó a la resiembra.
No obstante, consideró que una de las preocupaciones tiene relación con el comportamiento climático de los próximos meses, teniendo en cuenta que se estima que el fenómeno El Niño se extendería hasta abril de 2024. “Si llueve esta semana, vamos a tener un 70 % de garantía”, resaltó.
Por otra parte, señaló que es preocupante la inseguridad que se vive tanto en el ámbito político nacional como por los conflictos internacionales.
Indicó también que la volatilidad de los precios está jugando una mala pasada. Por ejemplo, acotó que debido a las condiciones actuales será inviable para la empresa sembrar maíz el año que viene.
“Una bolsa de maíz vale USD 220, hoy el maíz está USD 140 y es algo impagable”, precisó. No obstante, resaltó que las inversiones en mejoramiento del suelo y tecnologías son siempre una constante.
Recordó, además, que la productividad de maíz zafriña 2023 fue baja y el precio no acompañó la campaña. El costo de producción estuvo por encima de USD 500, en tanto que la cosecha llegó a 5000 kg por hectárea, acotó.
En cuanto al trigo, indicó que el resultado fue óptimo, ya que este año se utilizó una variedad más resistente a enfermedades.
[Foto : Archivo / Revista Productiva]
