En la evaluación del año 2020, las autoridades de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) presentaron un informe sobre las principales actividades desarrolladas durante el año, en donde la institución tuvo un desempeño importante.

 

La principal información trasmitida fue que la producción de soja de la campaña 2019/20 ayudó a mitigar la caída del PIB nacional que se vio afectado como consecuencia de los efectos que la pandemia generó en los diferentes sectores económicos. La producción rondó los 10,7 millones de toneladas y las exportaciones 6,4 millones de toneladas, lo que dio oxígeno a la economía nacional, aunque el punto negativo se evidenció en la cotización internacional del commodity, que le restó brillo.

 

Uno de los puntos más importantes, como parte de las proyecciones para el año 2021, es la reducción de la producción de la oleaginosa que bajaría de 10,7 millones de toneladas a 9 millones; es decir, se reduciría un 16 % en cuanto a volumen, pero como compensación, se tendrían mejores ingresos, considerando el repunte de los precios, aunque prácticamente la mitad de la cosecha fue comercializada o comprometida a precios por debajo de la tendencia actual que experimenta la soja en el mercado internacional, indicó el presidente de la institución César Jure.

 

A su vez, la Lic. Sonia Tomassone, asesora de comercio exterior de la Capeco, destacó que la logística fluvial se ha visto comprometida por la bajante del caudal de agua de los ríos Paraguay y Paraná -sobre todo-, aspecto en el cual la excelente coordinación de la Cancillería Nacional con ambas binacionales ha posibilitado la apertura de ventanas de agua que permitieron no solo la salida de los granos, sino también de cargas generales y, principalmente, la importación de combustibles, lo que evitó que esta situación afectara aún más la economía nacional. Además, se registraron fuertes contratiempos en la frontera con Brasil para el paso de mercadería vía terrestre, situación que demandó acciones importantes para destrabar y permitir el desalijo de productos hacia el principal mercado del maíz y trigo y el segundo destino más importante en la actualidad de la soja paraguaya.

 

Resaltó, igualmente, la caída de las exportaciones de maíz y trigo, debido a la menor producción en la última campaña.

 

Así también, el asesor agrícola de la Capeco, Ing. Agr. Luis Cubilla, explicó que la presente campaña tropezó con importantes adversidades al inicio por la falta de precipitaciones. Acotó que los productores que se animaron a sembrar sin la humedad suficiente, incluso durante el mes de agosto, cosecharán entre 800 y 1500 kg. Resaltó que las lluvias se dieron en mayor medida últimamente, lo que favoreció el desarrollo de las siembras medias y tardías.

 

Indicó que al contabilizar siembras tempranas, medias y tardías, el avance del ciclo productivo es del 35%; es decir, falta mucho por transcurrir en esta zafra que, inicialmente, puede ser considerada como normal, pero lejos está de ser buena o excelente, a causa de las mermas causadas en un principio.

 

Luego, el director ejecutivo de la Capeco Hugo Pastore resaltó que en este año de pandemia el programa “Nutrición con Soja” superó sus límites y generó un efecto multiplicador, pues se entregaron 328 045 litros de leche o jugo y 32 244 kg de bagazo de soja. Estos números representan 35% más de suministro de leche o jugo y bagazo de soja con relación al 2019.

 

“Este programa lo realizamos con instituciones aliadas a Capeco, tales como: municipalidades, asociaciones y otras. La soja formó parte de los comedores comunitarios de zonas vulnerables y fue protagonista en las ollas populares”, expresó.

 

[Material publicado en el segmento Actividad de la edición Nº 74 de diciembre de Revista Productiva, página 35]
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