Los desafíos en la ganadería, en diferentes ambientes, con manejos diversos y en medio de adversidades que superar, son constantes. En ese afán de lograr buenos niveles de rentabilidad se presentan estrategias implementadas por los productores que, por una parte, apuestan por una cabaña que se enfoca en el mejoramiento genético de animales adaptados a campos naturales y, por el otro, buscan animales comerciales con respuesta favorable en contextos complicados.

 

Para responder a gran parte de estas situaciones, el equipo de Productiva visitó el trabajo realizado por Cabaña Guajhó, establecimiento ubicado en Caapucú, Paraguarí, en donde se busca atender los objetivos de la empresa, encarando con valentía el proceso que conlleva ejecutar un proyecto, pero con el factor innegociable en toda iniciativa productiva: el amor al campo.

 

Es así que acerca del trabajo de selección genética sobre campos naturales, el Dr. Francisco Parcerisa, directivo de la Cabaña Guajhó, indicó que la recría se realiza sobre campo natural, lo que permite cortar los ciclos de los parásitos y se agrega una suplementación mineral para alimentar los microorganismos ruminales que le ayuden al animal a tener una mejor conversión del pasto.

 

Explicó que las hembras deben preñarse entre los 18 y 24 meses de edad, mientras que las que no lo logran van directamente a faena. Respecto a los machos, comentó que se ofrece una suplementación con un concentrado al 1 % del peso vivo, entre el año y los 18 y 20 meses de edad.

 

Eso permite que tengamos reproductores en estas condiciones, que estén con 420 a 430 kg, independientemente de las razas que usamos, y que estén con examen andrológico aprobado y ahí ya ponemos a disposición para que la gente los compre”, subrayó.

 

A su vez, puntualizó que los reproductores deben ofrecerle dentro de sus genes una mejora genética al comprador, a fin de optimizar la producción general. En ese sentido, acotó que la empresa trabaja en brindarles un valor agregado a los posibles usuarios y obtener animales eficientes para diferentes ambientes.

 

Nos encargamos de vender reproductores que funcionan en cualquier lado porque las condiciones aquí son bastante severas. Los reproductores aquí se comercializan entre 15 y 20 meses o se van a nuestros campos de cría a trabajar”, destacó.

 

Parcerisa, igualmente, señaló que tiene como objetivo ampliar la disponibilidad de vientres debido a la demanda creciente. Añadió que la venta de semen está en crecimiento, lo cual le anima a la empresa a seguir invirtiendo.

 

Por otro lado, habló de la corrección de la línea inferior de los animales para trabajar en campos naturales, por lo cual se tienen en cuenta las condiciones de aplomo, el temperamento, la corrección del prepucio sin perder capacidad carnicera, conversión a campo y fertilidad de las madres.

 

La cabaña trabaja con las razas bovinas hereford, braford, brangus, brahman y beefmaster. Indicó que el objetivo es que sirvan como herramientas de producción a través de la mejora genética con cruzamiento absorbente sobre sintético o sobre cruzamiento ordenado.

 

Habló también de la importancia de establecer un buen manejo para mejorar la productividad en la reproducción ante las deficiencias nutricionales en el suelo, especialmente del fósforo. Asimismo, explicó que les ofrecen a los microorganismos ruminales condiciones de alimentación y realizan una calendarización del periodo de servicio, por lo que destetan a las vacas preñadas con tiempo suficiente para lograr una condición corporal de 4 a 4.5 y a los 45 días de haber parido entrar a un sistema de restricción de lactancia.

 

La detección humana de celo hace que tengamos un intervalo entre partos más largo y estamos logrando buenos índices de preñez, en promedio en 80 %”, resaltó el profesional.

 

De acuerdo con la cabaña, se maneja alrededor de 250 vientres en producción, pero con la intención de llegar a 400 vientres, mayoritariamente de las razas brahman y braford. “Si bien la inseminación es importante, hoy más del 50 % lo hace el toro, entonces generar toros mejoradores genéticamente todavía es un desafío en este país y que esté al alcance del precio que el productor pueda pagar”, enfatizó.

 

Dentro del programa de mejoramiento genético del establecimiento también se tiene en cuenta la precocidad, por lo que se realiza una evaluación del grado de desarrollo reproductivo entre los 18 y 24 meses de edad, refirió.

 

Importación. Asimismo, recalcó que tuvo la incorporación de genética de Colombia con ejemplares de brahman rojo con el criterio de refrescar la sangre gris. “Aparte de eso, el brahman rojo tiene un mercado interesante en el sintético; nosotros buscamos un brahman, independientemente si es gris, rojo o inclusive una mezcla, que sea lo suficientemente productivo para que le sirva para hacer cebú puro o una retrocruza sobre sintético y que genere mejora genética aparte del vigor híbrido”, explicó.

 

Resaltó, además, el valor del criterio de selección establecido, ya que se busca que la genética pueda permear en toda la ganadería nacional bajo las condiciones adecuadas.

 

Respecto a los desafíos, mencionó: “Es satisfacer con el producto que vendemos, ya sea a través de semen o de toros, a la amplia gama de clientes que tenemos. Con mejora genética nunca llegás al techo, pero debemos tener mucho cuidado con no marearnos en ponerle condiciones ambientales como para que nos engañe ese desempeño”.

 

Insistió en la mejora del ganado comercial a través de los desmamantes producidos con genética de este lugar.

 

Datos. Otro punto importante dentro de la gestión ganadera es la toma de datos. Al respecto, el Dr. Ignacio Parcerisa, gerente técnico de Genética Guajhó SRL, comentó que esto ayuda a diferenciar el hato, especialmente en el intervalo entre partos de hembras.

 

Esa recolección de datos te ayuda a seleccionar mejor tus animales. Queremos hacer un software de mediciones visuales y cuantitativas de peso, intervalo de partos, cantidad de garrapata y estamos midiendo estructura, precocidad, musculatura, ombligo racial y aplomo, que es la parte visual de esas mediciones”, añadió.

 

Como parte de una mejor programación de la sanitación esta unidad productiva apuesta por la rotación estratégica de potreros. “A partir de los 8 meses hasta los 15 meses es cuando se ve que le afectan más los parásitos y la falta de minerales o nutrición”, señaló.

 

A partir del destete a los reproductores machos se les suministra un concentrado de 1 % de su peso vivo, más afrecho de arroz y balanceado, manteniendo la alimentación en campos naturales, explicó.

 

Parcerisa contó también que normalmente se hace una selección entre los toros que tengan una ganancia de peso diaria de 800 a 1000 gramos, lo que permite llegar a un peso ideal de venta, además de acompañar un crecimiento de circunferencia escrotal a su medida.

 

Al trabajar con la fecundación in vitro, explicó que los criterios de selección de las hembras donantes definirán la correcta selección del rodeo.

 

Así también, dijo que la cabaña establece ciertas combinaciones genéticas que dieron buenos resultados, con el propósito de lograr mejores niveles de productividad. “Antes nosotros teníamos 40 % más o menos de preñez en la fertilización in vitro y ahora estamos mejorando a casi 50 %; eso tiene que ver mucho con tu desempeño de la selección de receptoras”, destacó.

 

Por otro lado, indicó que existe un trabajo basado en la incorporación de la genómica y la medición de carcasa para seguir sumándole calidad al proceso de mejoramiento genético e ir comparando los animales.

 

[Material publicado en el segmento Ganadería Productiva de la edición Nº 124 de febrero de Revista Productiva, páginas 20 y 21]

[Foto  : Revista Productiva]