El Ing. Agr. Alejandro Gil Marín, directivo de La Aurora, establecimiento agropecuario ubicado en el distrito de Santiago, departamento de Misiones, en conversación con Productiva mencionó que la recría de la línea comercial de la unidad productiva se realiza sobre restrojo de arroz y muestra excelentes resultados. Agregó que la agricultura es un respaldo importante de la ganadería, principalmente en la época de menor disponibilidad de alimentos.
La unidad productiva se encuentra situada a 280 km de Asunción, al sur del país, en el distrito de Santiago, capital de la tradición misionera. La actual administración de este establecimiento es la tercera generación y cuenta con roles bien definidos, ya que mientras uno de los hermanos maneja la parte ganadera, el otro se encarga del área agrícola, explicó a Productiva, Alejandro Gil, encargado de la actividad pecuaria.
Alejandro remarcó que los dos rubros, tanto la ganadería como la agricultura, son dos pilares importantes del negocio familiar, que les permite diversificar los riesgos, pero al mismo tiempo la integración de las dos actividades posibilita la eficiencia productiva y que ambos negocios se puedan respaldar entre sí.
La ganadería comercial en el establecimiento se basa principalmente en la producción de terneros, que tiene como base la inseminación artificial y el repaso con toros, que son reproductores de la propia cabaña. Los terneros se destinan a la venta y las hembras quedan para la reposición de vientres.
“Los desmamantes machos dejamos para vender y ahora estamos teniendo un proyecto de recría en los rastrojos de arrozal, que queda después de la cosecha del arroz”, acotó.
Comentó que el 70 % de la unidad productiva es campo bajo. “Solo en el casco principal es la parte alta, donde tenemos pasturas implantadas y donde tenemos nuestro plantel de receptoras y la parte de la cabaña, la ganadería comercial está en el bajo”, añadió.
La cría de la línea comercial se realiza en parcelas que anteriormente se dedicaban a la producción de arroz, ricas en minerales, principalmente en fósforo, y, luego, la recría se hace en los rastrojos de arroz. Gil mencionó que estos rastrojos se empiezan a disponibilizar a partir de febrero o un poco antes, cuando inician las primeras cosechas y si bien la preparación para la siguiente campaña comienza en julio o agosto, en las parcelas más tardías se disponen de rastrojos hasta el mes de setiembre.
“En principio, el proyecto era hacer una recría y vender para los confinadores, que son animales de 330 a 350 kg, pero tuvimos una respuesta muy buena de los rastrojos de arroz, entonces ahora queremos hacer terminación con algunos lotes, porque la ganancia de peso en muy buena en los arrozales y queremos probar en esta zafra”, agregó.
Durante el periodo en el que los animales disponen del rastrojo del arroz las pasturas implantadas de la parte alta del establecimiento entran en descanso y así se evita su uso en la etapa más crítica que es el invierno, para luego recibir las cargas de los animales cuando empiezan las lluvias de setiembre.
La unidad ganadera cuenta con 800 vacas aptas que forman parte del plantel de vientres, de las cuales 200 son animales registrados, y los servicios se realizan una parte en otoño y la otra en primavera.
Cabe destacar que el establecimiento La Aurora también viene realizando un trabajo de mejoramiento genético con la raza brangus, con la incorporación de biotecnología, como la fecundación in vitro, además de la participación en las exposiciones nacionales e internacionales, y ofreciendo sus reproductores en una feria que se realiza en setiembre de cada año con otras cabañas del sur, en la sede de la ARP regional Misiones.
[Foto : Ing. Agr. Alejandro Gil Marín, directivo de La Aurora, establecimiento agropecuario ubicado en Misiones / Productiva C&M]