Un camión y una camioneta provenientes de Brasil realizaron por primera vez una gira de entrenamiento sobre los problemas más frecuentes que aquejan a los productores: Manejo Integrado de Malezas, Manejo Integrado de Plagas, Tecnología de Aplicación y Seguridad del Trabajador.
Corteva Agriscience TM, División Agrícola de DowDuPont, desarrolló el proyecto itinerante «Expedición de la Agricultura para la Vida» del el 15 al 27 de julio, para lo cual se realizó un recorriendo por regiones productivas importantes de Paraguay como Katuete (Canindeyú), San Alberto y Santa Rita (Alto Paraná), luego de haber estado con esta acción educativa en Río Grande do Sul, Brasil.
En cada sitio hubo capacitaciones dirigidas a consultores, agrónomos y técnicos responsables de cultivos. Los ejercicios fueron aplicados con dinamismo e interacción en grupos de hasta 15 personas a la vez con una duración aproximada de cuatro horas. Se prevé impartir más de 60 clases hasta el final de 2018.
«Este año tenemos un proyecto con contenido más técnico y actualizado, hecho a medida para un público especializado y calificado. El enfoque está en los cuatro pilares de las iniciativas de Buenas Prácticas Agrícolas: Manejo Integrado de Malezas, Manejo Integrado de Plagas, Tecnología de la Aplicación y Seguridad del Trabajador», señaló Jair Maggioni, coordinador de Buenas Prácticas Agrícolas de Corteva AgriscienceTM.
El camión tiene 7 m de largo y 3,5 m de ancho, con baúl adaptado y dividido en ambientes visualmente atractivos. Cada tema enseñado fue apoyado con presentaciones teóricas y prácticas interactivas y por medio de juegos en los cuales los participantes probaron su conocimiento de forma lúdica.
Tecnología y educación son dos áreas en las que la empresa invierte y tiene sus valores vinculados, siempre con el objetivo de capacitar y divulgar las mejores prácticas integradas en todo el proceso de cultivo y producción. Las Buenas Prácticas Agrícolas son una de las prioridades de la «Expedición de la Agricultura para la Vida», que busca el compromiso de la compañía con un agronegocio sostenible.
Maggioni resaltó que tuvieron el acompañamiento de profesionales de primer nivel de Brasil que compartieron sus experiencias con los productores de Paraguay.
Agregó que para la siguiente temporada buscarán ingresar a otras regiones productivas, aunque primeramente se debe esperar que el equipo técnico de Corteva Paraguay pueda determinar cuáles son las zonas donde mayor necesidad existe para la capacitación itinerante.
“Encontramos muy buena recepción de los productores en Paraguay, eso nos ayuda a proyectar nuevas capacitaciones en el futuro, tal vez sobre otros enfoques que también hacen a la actividad agrícola”, enfatizó.
Tecnología de aplicación
Uno de los disertantes que compartió sus conocimientos con los participantes fue el Ing. Agr. Fernando Kassis Carvalho, investigador de la empresa AgroEfetiva que trabaja de cerca con la Universidad Estadual de São Paulo (Botucatu), quien desarrolló el tema referente a “Tecnología de aplicación y Seguridad para el trabajador”.
Como investigador en el área de tecnología de aplicación, consideró que es importante la concienciación de los productores en cuanto a temas como la elección correcta de puntas o picos de pulverización y las condiciones correctas de aplicación y dentro de esos asuntos tener en cuenta, además, el volumen de caldo, velocidad de aplicación; es decir, conocer más sobre el manejo correcto de las tecnologías ligadas a este tema.
El ingeniero agrónomo explicó que la velocidad de aplicación es importante porque está relacionada a la oscilación, por tanto, se evidencian movimientos tanto verticales como horizontales y eso interfiere directamente en la uniformidad de deposición de los productos sobre el objetivo.
Por ende, precisó que se debe tener en cuenta la velocidad para lograr la mayor uniformidad posible en la aplicación para un mejor control de plagas, enfermedades o malezas, que, a la vez, otorga mejores réditos económicos a los productores.
Las pérdidas en la aplicación pueden ocurrir con mucha normalidad, por eso es determinante desarrollar tareas para monitorear los picos, el nivel de agua en el caldo, pH del agua, entre otros puntos. “La cantidad perdida de productos en una aplicación es muy variable, pero la gente consigue reducir esas mermas en función a las buenas prácticas de aplicación, manejo seguro, en fin, con una buena calidad de pulverización”, añadió.
Actualmente, existen en el mercado diversas boquillas o picos, por lo tanto, el productor debe conocer qué tipo debe utilizar para reducir los problemas de deriva, para no tener puntas cerradas o pérdidas pronunciadas en la aplicación.
Sobre el punto, agregó que, por ejemplo, existen picos mucho más eficientes para la aplicación de herbicidas sistémicos y otros, para productos preemergentes que ofrecen mayor seguridad al productor.
Finalmente, recomendó que los productores utilicen diversas clases de picos que deben estar relacionados con el estadio de los cultivos, el tipo de producto que se está aplicando, condiciones meteorológicas; es decir, con varios factores que determinan, finalmente, la sustentabilidad del sistema.
Los productores participaron inclusive de las demostraciones a campo a cargo de los profesionales que acompañaron esta importante gira de entrenamiento en Paraguay.
Control de malezas
En otro punto de esta capacitación itinerante, el Profesor de la Universidad de Paso Fundo (Brasil), Dr. Mauro Rizzardi, presentó el tema relacionado con el “Manejo Integrado de Malezas”.
Mencionó que, actualmente, las malezas representan los principales problemas que están afectando a los productores de soja y maíz de la región. Dentro de las especies de hierbas indeseadas, tal vez la más importante es la buva (Conyza spp), que ocasiona muchos perjuicios porque una sola planta en un metro cudrado puede reducir de 4 % a 12 % la productividad, lo que termina afectando el rendimiento y la rentabilidad del productor.
El crecimiento de la presión de esta maleza obliga a buscar estrategias para disminuir el impacto en el campo y elevar nuevamente el factor productivo.
Al respecto, explicó que una de las alternativas más fiables que se presenta es el uso de herbicidas posemergentes, además de la adopción de prácticas de siembra directa para cubrir el suelo con paja; es decir, tomar estrategias para controlar mejor esas hierbas indeseadas y tener el campo limpio para iniciar una buena siembra.
Comentó que durante el inverno es el principal periodo para el manejo adecuado de las malezas. Allí, para tener un mejor control, el uso de materiales de cobertura ayudará a proteger el suelo. Agregó que el aspecto principal que define el desarrollo de las hierbas indeseadas es la presencia de luz, por lo tanto, si el productor crea un escenario donde exista sombra y mucha paja, se reducirán notoriamente y para la campaña de soja entrante, tendrá un campo con menor desarrollo de malezas y en caso de existir algunas, pueden ser controladas más fácilmente.
Así también, acotó que la gran dificultad con el manejo químico es que el último producto lanzado al mercado fue en 1986; por tanto, tiene más de 30 años la última molécula presentada.
Destacó que si bien no existen nuevos herbicidas, nuevos grupos, es necesario crear una estrategia que sea capaz de auxiliar a los productores en el manejo eficiente de malezas.
En ese sentido, indicó que es importante determinar qué herbicida utilizar y buscar mezclar los diferentes mecanismos de acción.
Precisó que cuando no haya cultivo en el suelo, se pueden utilizar herbicidas no selectivos, pero al momento de tener la planta emergida, podrán ser aplicados los herbicidas selectivos, con los cuales se creará una diversidad dentro del manejo de malezas.
Finalmente, recomendó a los productores que monitoreen su parcela diariamente y que determinen el nivel de la infestación, es decir, deben acompañar la labor durante toda la temporada, no solo durante el cultivo, porque las malezas permanecen allí y se desarrollan en el invierno.
Plagas
Por su parte, la Ing. Agr. Simone Silvia Vieira, entomóloga del Laboratorio Agromip que trabaja con la Universidad de São Paulo (Brasil), tuvo a su cargo la presentación del tema “Manejo Integrado de Plagas”.
En su momento mencionó que para tener un buen resultado en el control de estos seres dañinos se deben utilizar diferentes estrategias, entre las que destacó el control químico, cultivares resistentes, como plantas transgénicas, y un manejo adecuado de la rotación de cultivos y de principios activos.
Dijo que el agricultor está acostumbrado a usar un control químico, porque es eficiente y le ayuda a controlar una determinada plaga, por ende, él sigue utilizando la misma molécula en forma consecutiva, hasta llegar a una resistencia.
Es por ello que dentro del Manejo Integrado de Plagas se recomienda rotar los mecanismos de acción de los productos químicos.
En caso de sembrar cultivos transgénicos, se aconseja establecer el área de refugio, de modo a mantener las cualidades de la tecnología y, a la vez, se pueden mezclar las alternativas para disponer de una estrategia mucho más sólida ante la amenaza de las plantas que son los insectos.
“El productor puede utilizar estrategias en forma conjunta, ya que en caso de que sean empleadas en forma independiente, sería imposible controlar esa población de plagas. Cuando se utilizan varias propuestas, se logra un buen control y, en consecuencia, un buen retorno económico”, indicó.
Actualmente, en Brasil y Paraguay se tiene una presión importante de orugas cortadoras y chinches, que viene causando los mayores daños a los productores. Las tecnologías transgénicas tienen capacidad de controlar determinadas plagas, no todas, por eso el agricultor debe extremar recursos para mejorar su control.
El uso consecutivo de las mismas moléculas atrajo este problema actual de la resistencia, por eso las recomendaciones son realizar un buen manejo de plagas, rotar los mecanismos de acción, intentar mejorar las técnicas de aplicación y la dosificación, lograr la identificación correcta de las plagas y seguir las indicaciones de los técnicos.
“Es indispensable que utilicemos los productos con base en estas estrategias y buenas prácticas. Se debe buscar el mayor provecho a cada tecnología para que en conjunto podamos tener mejores resultados en el control de las plagas”, enfatizó.
[Texto y foto publicados en la edición de agosto 2018 de Revista Productiva, en el segmento Actividad, páginas 50 y 51].