Luego de varias semanas de firmeza, los granos tuvieron una semana negativa en el mercado internacional. Finalmente la presión de una buena cosecha Sudamericana, con stocks generosos en Estados Unidos está llevando a un ajuste. Sin embargo el consumo sigue dando señales de firmeza, y esto limita las bajas.
La cosecha en Brasil viene avanzando a buen ritmo, y también lo hace el programa de embarques de porotos. El clima se volvió un poco más seco y esto ayudó en la tarea de recolección. Y tras la presión de cosecha de Brasil vendrá la de Argentina. En nuestro país los temores de que el exceso de agua arruinara el año se esfumaron, y hoy las proyecciones están más cerca de 55 que de 54 millones de toneladas. De todas formas falta todavía el último tramo de la definición de rendimientos. Con el llenado de granos y la cosecha tendremos la historia acabada.
Los fondos especulativos armaron una posición comprada fuerte en Chicago tomándose de la firmeza de la demanda, y un posible problema climático local. Por lo comentado lo segundo no está. Ello debería llevarlos a neutralizar la posición vendiendo, y cuando lo hagan los precios se verán presionados a la baja. Para que ocurra hace falta un detonador, que bien podría ser la presión de cosecha local, o las perspectivas de siembra para Estados Unidos del nuevo ciclo.
De hecho la relación de precios de soja/maíz, que normalmente se mueve en 2,2 veces, está cerca de 2,6 veces. La soja está más cara que lo habitual respecto al maíz, y por tanto se habla de que el área de la oleaginosa subiría, bajando el maíz. Si bien es temprano para mirar este factor seriamente, empieza a aparecer cada vez con más fuerza en las charlas de mercado.
Esto nos lleva a maíz, mercado cargado de oferta, con stocks muy elevados gracias a un impresionante rendimiento de EEUU del año pasado. La situación podría haber sido muy mala para el mercado local, de no ser porque al mismo tiempo Brasil perdió 20 millones de toneladas de maíz, generando menor competencia e incluso un comprador no tradicional para nuestro cereal. El problema es que de cara al nuevo ciclo, EEUU sigue con stocks altos, pero esta vez productivamente Brasil viene muy bien. Si Brasil recupera esas 20 millones de toneladas y Argentina produce 37 millones de toneladas casi 8 millones de toneladas más que el año anterior, la oferta será muy grande y los precios sufrirán.
Fuente: Agrofy News