La condición de estrés hídrico está afectando la dinámica de la agricultura en varias zonas productivas del país, sobre todo en el norte, específicamente en San Pedro, donde la sequía dañó la soja sembrada a inicios de setiembre, que corresponde al 20 % del área total cultivada, indicó a Nación Productiva el Ing. Agr. Helio Gill, responsable técnico de la empresa H3 Agrochemicals.

 

Los baches en la ocurrencia y distribución de lluvias durante la siembra temprana de soja han impactado en el cultivo. El Ing. Agr. Helio Gill, técnico de la empresa H3 Agrochemicals, reveló a Nación Productiva, programa emitido los domingos a las 20:00 en canal PRO, que la condición de estrés hídrico en San Pedro afectó, principalmente, a los cultivos de soja sembrados el 8 de setiembre y que corresponden al 20 % de la superficie sembrada.

 

Durante su paso por el programa el entrevistado estimó que hace más de 20 días no se registran lluvias en San Pedro e incluso hay casos de parcelas donde no ha llovido por 30 días. Asimismo, al ser consultado sobre las áreas más afectadas, comentó que se trata de la soja que fue sembrada en forma temprana (8 de setiembre), lo que ha llevado inclusive a algunos productores a iniciar el proceso de desecación para la cosecha como única alternativa.

 

En cuanto a la distribución de siembra, indicó que el 20 % del área cultivada en la zona corresponde a una etapa temprana, la media, que arrancó entre el 5 al 8 de octubre, implica el 50 % y las áreas de siembra tardía abarcan el 30 % restante.

 

El representante de H3 Agrochemicals, en ese sentido, señaló que las características del suelo arenoso lo comprometen un poco más ante una sequía, ya que la infiltración del agua es mayor y la retención de agua es menor, en comparación con un suelo arcilloso.

 

Si bien las condiciones no fueron ideales para una siembra temprana, Gill mencionó que es difícil hablar en este momento de un quiebre de producción debido a que la soja se encuentra en el inicio de una etapa reproductiva, donde soporta todavía las condiciones de altas temperaturas y estrés hídrico.

 

“Hoy tenemos un área del 20 % que sí está comprometida, pero tenemos el 80 % con muchas esperanzas”, puntualizó.