Pese a las últimas precipitaciones registradas en algunas regiones productivas del país, en general todavía se observa un déficit de humedad en el perfil del suelo para la siembra de maíz zafriña. Si las lluvias acompañan, las próximas tres semanas serán fundamentales para avanzar con la implantación del cereal, resaltó en Nación Productiva el Dr. Hugo González, gerente de Desarrollo de Mercado de Compañía Dekalpar.

 

El arranque de la siembra de maíz de entrezafra se ve relativamente complicado por las condiciones ambientales presentadas en las últimas semanas.

 

De acuerdo con los datos de los usuarios de Compañía Dekalpar, el avance de siembra de zafriña se encuentra en un parámetro normal, pero la continuidad dependerá de la ocurrencia de lluvias a lo largo de las próximas tres semanas. González recordó que en los últimos tres años la ventana de siembra de maíz se extendió a marzo.

 

Señaló que con las condiciones ambientales actuales todavía existe un déficit de humedad en el perfil del suelo para la siembra del maíz, aunque también se registraron situaciones particulares en algunas regiones por la ocurrencia de lluvias que ayudó a avanzar con la implantación del cultivo.

 

En la ocasión, el profesional destacó que la ventana de siembra ideal para el sur de la región Oriental abarca hasta el 20 de febrero, en la zona centro llega hasta antes de finales de este mes, mientras que para el norte se extiende hasta marzo.

 

Añadió que actualmente San Pedro es la zona productiva más retrasada con la cosecha de soja, por lo que la ventana de siembra en zafriña podría llegar a marzo e incluso abril para los cultivos de cobertura.

 

“Hoy tenemos menos miedo a la siembra tardía que en años anteriores”, subrayó.

 

Como antecedentes de la campaña de soja 2023/2024, el responsable de Compañía Dekalpar indicó que la zafra arrancó con disparidad en lo que refiere a lluvias. Si bien la fecha de siembra fue normal, respecto a años anteriores, la diferencia estuvo en algunos retrasos en ciertas regiones.

 

Resaltó, además, que el desarrollo del cultivo también fue disparejo. En la actualidad, se observa una cosecha con superproductividades en algunas áreas, pero otras presentan rindes disminuidos por las condiciones ambientales, puntualizó el ingeniero.