El programa South American Regenerative Agriculture (SARA), un proyecto diseñado para que los ganaderos de Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay pasen de un manejo convencional a la ganadería regenerativa mediante un incentivo económico que se alcanza al secuestrar CO₂, tiene previsto para este 2024 la emisión de los primeros créditos de carbono. En la región Oriental y Occidental de nuestro país ya suman más de 80 000 hectáreas involucradas en esta iniciativa, comentó en Nación Productiva el Dr. Alejandro Llano, socio director de De Raíz.

 

Durante el análisis de la situación de la agricultura regenerativa y la ganadería adaptativa en Paraguay, llano subrayó en Nación Productiva que el programa SARA, que opera actualmente en Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay, podría emitir en 2024 los primeros créditos de carbono.

 

Mencionó que este programa, cuya representación en Paraguay la lleva De Raíz, busca incentivar y promover la implementación de la ganadería regenerativa con base en el manejo holístico. El entrevistado acotó que por medio de esta iniciativa el productor interesado se compromete con la regeneración de su campo.

 

Aquí se mide el desempeño ecológico del campo y el manejo de la ganadería dentro de los procesos ecosistémicos (ciclo del agua, ciclo de minerales, flujo de la energía y dinámica en las comunidades).

 

El programa SARA consta de dos procedimientos: la planificación del pastoreo y un monitoreo ambiental con un protocolo estandarizado que es reconocido dentro de la comunidad científica a nivel internacional, expresó Llano.

 

En ese sentido, indicó que en Paraguay este proyecto abarca más de 80 000 hectáreas de la región Oriental y Chaco.

 

Por otra parte, refirió que el trabajo riguroso implica la definición de los ambientes y unos motores que especifican los sitios georeferenciados de monitoreo.

 

Tratamos de que el productor lo vea como algo complementario porque va asociado a lo productivo y el manejo es lo adicional. Tenemos que demostrar que con ese aumento productivo somos capaces de emitir créditos, comercializar y recibir ese ingreso”, ratificó.

 

En la oportunidad, explicó que el resultado final del programa se obtiene al quinto año, pero el productor que participa podría cobrar de manera anual a partir de esa información a medida que estima la tendencia del campo. “Lo que percibe como beneficio económico es a partir de ese resultado interanual que es parte del protocolo de monitoreo”, subrayó.