Un duro revés sufrió ayer el proyecto legislativo que pretendía reducir a la mitad el uso de agroquímicos en la Unión Europea (UE) hasta el 2030, ya que el Parlamento europeo lo rechazó por 299 votos. Esta propuesta había sido objetada, por un lado, en la Comisión de Agricultura y aprobada, por otra parte, en la Comisión de Medio Ambiente a fines de octubre; sin embargo, en la plenaria chocó contra la firme oposición del bloque del Partido Popular Europeo (PPE), ya que podría tener un impacto en la seguridad alimentaria.

 

Ayer el Parlamento europeo rechazó el proyecto legislativo que pretende reducir el uso de pesticidas en la UE. Hubo 299 votos en contra, 207 a favor y 121 abstenciones. Esta votación obliga a la Comisión Europea a presentar un nuevo texto.

 

La iniciativa fue presentada en junio del 2022 y había sido aprobada por la Comisión de Medio Ambiente y Agricultura a finales de octubre de este año. El objetivo de la propuesta es reducir en un 50 % el uso de plaguicidas químicos para el 2030.

 

Según el plan de la Comisión Europea (CE), los Estados miembros establecerían sus propios objetivos nacionales de reducción dentro de parámetros para garantizar que se alcancen los objetivos a escala de la UE.

 

Cabe mencionar que la Comisión de Medio Ambiente apostaba por unos objetivos ambiciosos para disminuir el uso de pesticidas y ponía el acento en la protección de la naturaleza y la salud, mientras que la Comisión de Agricultura apuntaba al impacto que la ley podría tener en la seguridad alimentaria y alertaba que aún no hay suficientes alternativas a los plaguicidas químicos.

 

La eurodiputada francesa Marie Toussaint, de los Verdes, lamentó en redes sociales que “la derecha y la extrema derecha torpedearon la adopción del reglamento sobre pesticidas”. En tanto que el legislador alemán Pieter Liese, del PPE, apuntó que “hoy es un buen día para los agricultores”.

 

Christian Lambert, jefe del organismo que agrupa a los agricultores franceses, la FNSEA, dijo que “finalmente el Parlamento Europeo reconoció que la regulación de pesticidas estaba mal calibrada, era poco realista y no estaba financiada”.

 

[Fuentes: ABC España, La Voz de Galicia y RFI]