El Ing. Agr. Osvaldo Cubecino, director técnico de Feruga S.A. y Gestión Agrícola S.A. (GASA), mencionó a Nación Productiva que Paraguay tiene 20 años de atraso en genética y biotecnología en el cultivo de algodón respecto a países altamente productivos, pero que en la actualidad, con el desarrollo de este rubro en el Chaco, los productores están buscando mejores opciones para impulsar su crecimiento, abaratar los costos y aumentar los rindes.

 

Si bien se habla de una expansión del algodón en suelo chaqueño, existe una importante necesidad de sumar de innovaciones, principalmente en el segmento de biotecnología, para un manejo más eficiente.

 

En este sentido, Cubecino explicó que actualmente Paraguay importa germoplasmas de Argentina, pero, así como ocurre con la biotecnología, también está atrasado 20 años, respecto a países altamente productivos como Brasil, Australia y Estados Unidos.

 

En ese sentido, concordó con Productiva en que la genética y la biotecnología son hoy las principales limitaciones para alcanzar altos techos productivos en el algodón. Dijo que el cultivo es prácticamente nuevo para el Chaco, ya que los equipos se están acostumbrando al manejo y es necesaria la frecuente capacitación.

 

Estamos perdiendo mucho potencial en nuestros ambientes y captura de mucha producción en bruto y sobre todo, lo que perdemos es rendimiento al desmote, que es la proporción de fibra que nos entrega el algodón en rama”, recalcó el ingeniero.

 

Añadió que las opciones en nuestro mercado son los materiales desarrollados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina (Guazuncho 4 INTA BGRR, Porá 3 INTA BGRR y Guaraní INTA BGRR).

 

Destacó que el uso de la biotecnología en el algodón reduce la cantidad de herramientas aplicadas en un proceso productivo, disminuye los costos y aumenta la producción, mientras que su ausencia limita el manejo, eleva el uso de diversos productos específicos en la implantación y posemergencia. “Hoy estamos plantados en el Chaco en un rendimiento de acuerdo al tipo de cosecha, entre el 30 y 33 %, sea picker o stripper. Eso es muy bajo para el mundo”, resaltó.

 

Por otro lado, mencionó que la tecnología sigue siendo RR1, que es la primera proteína cry1Ac para control de orugas, y su resistencia al glifosato acompaña hasta el entrenudo 4, después del cual pierde capacidad o resistencia reproductiva y no se puede seguir usando.

 

Finalmente, destacó que la incorporación de nuevas variedades de algodón permitirá aprovechar mejor las ventanas de siembra, además de apuntar a un mejor rinde de fibra por hectárea. Actualmente, como las variedades son muy rústicas, se toma la decisión de intercambiar los ciclos bajo una fecha ideal de siembra que va del 25 de noviembre al 25 de diciembre, señaló Cubecino.