Unos USD 50 millones sería la pérdida que generó hasta ahora al sector agroexportador la falta de condiciones de navegabilidad de las principales vías fluviales del país. Esta crítica situación impide una mayor salida de granos nacionales a través del río Paraguay y nula, en el caso del río Paraná, indicó al programa Nación Productiva Hugo Pastore, director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).

 

La falta de condiciones para navegar por los ríos Paraguay y Paraná desencadenó una serie de complicaciones para las agroexportaciones nacionales. En consecuencia, se genera un sobrecosto en todo el proceso que va afectando la salida de los granos de soja y sus derivados, principalmente.

 

Durante el programa Nación Productiva, una producción de Productiva C&M, emitido los domingos a las 20:00 en canal PRO, el director ejecutivo de la Capeco Hugo Pastore estimó que las pérdidas generadas por la crítica situación de navegabilidad rondarían los USD 50 millones.

 

Pastore comentó que la dificultad de logística y la imposibilidad de navegar las principales vías de entrada y salida de productos generan varios efectos sobre las agroexportaciones. Uno de ellos es el enlentecimiento del proceso, ya que en años normales se registra la salida de aproximadamente 2,5 millones de toneladas de diferentes productos, principalmente, la soja.

 

Indicó que una mínima condición de navegación ocasiona un aumento de los precios internos de transporte, valores financieros y mermas que, a su vez, generan costos muy importantes a la cadena productiva.

 

Asimismo, mencionó que la salida actual de productos por el río Paraná es nula, mientras que en el río Paraguay la capacidad está cerca del 70 %. “No es solamente un problema de la capacidad, sino también del tiempo de navegación. Al estar el río con un nivel muy bajo hay más pasos difíciles donde los convoyes tienen que superar, lo cual genera otros inconvenientes a nivel de navegación”, agregó el director de la Capeco.

 

Por otra parte, explicó que al enlentecerse todo el proceso hay un aumento en los costos financieros y esto puede significar dos a tres meses más de tiempo para que esa mercadería pueda llegar al comprador final. “Al estar la mercadería almacenada más tiempo, hay mermas, pérdidas de peso y entonces, toda esta sumatoria de costos al multiplicarse por un volumen importante genera pérdidas que pueden estar rondando fácilmente los USD 50 millones”, sostuvo.

 

En cuanto a la cantidad de productos pendiente de exportación, señaló que aproximadamente 1 a 1,5 millones de toneladas de soja esperan ser desalijados.

 

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