El crecimiento exponencial de las exportaciones de harina y aceite de soja en enero obedeció “a la vuelta a la normalidad” en la disponibilidad de la oleaginosa, en comparación con el mismo periodo del año pasado, cuando el stock fue menor debido a la severa sequía del 2021/2022 y al retraso de la cosecha, situaciones que impactaron en la producción total y, por ende, en la molienda del grano, así como en el comercio exterior tanto de los subproductos como de la materia prima, destacó a Productiva la gerente general de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), Sandra Noguera.

 

Esta variación positiva de los embarques se debe –explicó Noguera- a la “vuelta a la normalidad” de la disponibilidad de soja, con respecto al año pasado. Además, acotó que el aumento también se vio influenciado por los envíos de aceite, harina y cascarilla de soja que fueron producidos en las industrias durante el 2023, pero que recién registraron su salida como ventas al exterior durante este inicio de 2024, detalló.

 

Al hacer la comparación, recordó que en enero de 2023 la producción de soja había sufrido un retraso en su flujo habitual debido a condiciones climáticas complicadas, lo que llevó a una baja oferta de la materia prima tanto para el procesamiento en las industrias nacionales como para los envíos en estado natural, por lo que no fue posible producir los niveles esperados de harina, aceite y cascarilla.

 

En su análisis de esta tendencia alcista, Noguera recordó que la severa sequía de la zafra 2021/2022 y el atraso de la cosecha en el 2021 causaron estragos en el sector productivo.

 

La representante de la Cappro acotó que el volumen exportado de subproductos de la soja en enero de este 2024 “está en línea con los valores que se habían registrado en varios años de la década pasada y que recién con datos de más meses se podría tener una idea más clara de la situación para este año”.

 

Es importante destacar que las expectativas para el agregado de valor a nuestras oleaginosas dentro del país se mantienen igual de negativas que en años anteriores (el 2023 fue el cuarto año consecutivo en el que la capacidad ociosa de la industria superó el millón de toneladas) debido a la falta de políticas industriales que contrarresten las medidas con las que sí cuentan las industrias de otros países y permitan a la industria aceitera nacional competir en igualdad de condiciones con aquellas”, destacó Noguera.

 

El boletín informativo de la Cappro menciona que el inicio de este 2024 se registró  una industrialización de 110 556 toneladas de oleaginosas, es decir, siete veces más grande que lo registrado en el primer mes del 2023. De ese total, 101 217 toneladas corresponden a molienda de soja, un valor 14 veces superior en comparación en el mismo periodo anterior (que acarreaba los efectos de una sequía), pero solo representa el 25 % de la capacidad nominal de las fábricas en este periodo, destaca el informe.

 

Estadísticas. De acuerdo con el informe de Comercio Exterior del Banco Central del Paraguay (BCP), en enero de 2024 Paraguay exportó 33 067 toneladas de aceite de soja por USD 27,1 millones, un incremento de USD 25,9 millones (2241 %) y 31 669 toneladas más (2265 %), en comparación con el mismo periodo de 2023, cuando fueron embarcadas 1398 toneladas por USD 1159.

 

Por otra parte, las exportaciones de harina de soja subieron 6892% en enero, en tanto que los ingresos aumentaron 6842 %. Fueron enviadas 81 514 toneladas por un valor de USD 31,8 millones, mientras que en el primer mes del año anterior ingresaron USD 459 mil por los envíos de 1166 toneladas.