En el norte de la región Oriental de Paraguay también empiezan a aparecer enfermedades en los cultivos de soja, favorecidas por las lluvias, la humedad y las altas temperaturas. Si bien el nivel de incidencia de los patógenos es bajo, se recomienda utilizar las mejores herramientas para su correcto control.

 

Las precipitaciones periódicas y la alta humedad relativa no solo favorecen el desarrollo de la soja, sino también facilitan la aparición de enfermedades que ya empezaron a asomarse en el sur y en el norte de la región Oriental del país. El Ing. Agr. Marcos Mendoza, responsable de la región norte de Corteva Agriscience Paraguay, comentó en Nación Productiva, programa emitido los domingos en canal PRO, que si bien la incidencia de patógenos es baja, la situación requiere mucha atención por parte de los productores.

 

Mencionó que a través de las primeras observaciones es posible confirmar la presencia de septoriosis de la soja, también conocida como mancha marrón, y manchas de ojo de rana. Respecto a esta última enfermedad, acotó que a pesar del uso de cultivares con genes de resistencia, el problema principal radica en las diversas razas que posee.

 

Mendoza indicó que también se observa la antracnosis a nivel foliar, lo que podría generar algún inconveniente más adelante, ya que es una fuente de inóculo que pasa posteriormente a la flor y a la vaina, acotó el entrevistado.

 

El profesional indicó que las precipitaciones frecuentes permiten que los patógenos estén instalados en las parcelas del agricultor para la primera infección. Sobre el nivel de incidencia y severidad, señaló que “es todavía relativamente baja porque están en el inicio de infección. Las enfermedades de final de ciclo tienen un ciclo más largo comparativamente con la roya, por lo que pueden estar entre 15 a 20 días, dependiendo del patógeno”.

 

Dentro del manejo de enfermedades, el ingeniero habló de la aplicación cero o aplicación a los 25 días. Primeramente, recordó que la agricultura está sostenida por el cultivo de soja y en muchas áreas es sembrado el mismo cultivar por dos a tres años, entonces la susceptibilidad a una enfermedad es la misma todo el año.

 

En ese sentido, rescató que al tener una protección inicial con una aplicación cero se puede conseguir un efecto importante porque la soja estará naciendo en medio de inóculos. “El tratamiento de semillas te va a garantizar una protección de entre 15 a 20 días”, agregó.

 

“El periodo sin protección puede ser aprovechado por los patógenos y la aplicación de 25 días viene a reducir el inóculo inicial de las manchas y tener buenos resultados. En ensayos tuvimos retornos de rendimiento de 150 a 200 kg usando esa aplicación”, resaltó.

 

[Foto icon-camera : Mancha de ojo de rana. Imagen compartida por Julio Chilavert, productor del departamento de San Pedro y fiel lector de Revista Productiva]