La firma DSM presentó soluciones y aspectos importantes que influyen en la producción y en la salud de las gallinas ponedoras comerciales, de modo a apoyar la tendencia de consumo de reducir cada vez más el uso de antibióticos y obtener ganancias. La propuesta de la compañía forma parte de las capacitaciones virtuales ofrecidas a los clientes y actores del sector productivo.

 

En la oportunidad, Vitor Fascina, gerente de Eubióticos de DSM para América Latina, abordó los principales desafíos relacionados con la salud de las aves y las condiciones que afectan la producción sostenible, incluyendo el uso reducido de antibióticos y la gestión de la nutrición animal.

 

En la actualidad, la producción de huevos, en comparación con otras proteínas de origen animal, es cada vez más eficiente. Acotó que esto comprende a las empresas de genética y el tamaño de los planteles, entre otros factores.

 

Así también, mencionó que uno de los grandes desafíos actuales de la producción animal es la mano de obra, ya que el trabajo en galpones cada vez más tecnificados exige profesionales especializados y un entrenamiento de los colaboradores.

 

Detalló que la comercialización es otro punto que permite saber cómo se puede mejorar la marca o cómo el consumidor ve el producto, atendiendo las gestiones legislativas.

 

En lo que respecta al uso reducido de antibióticos, explicó que uno de los puntos más discutidos por la cadena productiva y los organismos internacionales es la presión de los mercados y gobiernos en la producción de huevos libres de antibióticos (Egg Production Antibiotic Free).

 

El gerente de Eubióticos de DSM citó también cuáles son algunos aspectos que requieren atención dentro de la producción de huevos.

 

Entre los puntos que aumentan los desafíos sanitarios, dijo que se encuentran la adaptación de los agentes hospederos, la densidad de aves por jaula, el ambiente y los niveles nutricionales que están debajo de las exigencias.

 

Asimismo, recomendó prestar mucho cuidado a la gestión de la calidad del agua y al manejo de la producción, ya que en la avicultura moderna estos aspectos van a influenciar en la salud de las aves, es decir, para evitar todos aquellos síndromes inmunosupresores, respiratorios y digestivos que desencadenan en un gran desafío para el desempeño y sanidad de los animales.

 

Dentro de los lotes de ponederas están implicadas pérdidas tanto directas como indirectas. Explicó que la parte directa se refiere a la forma aguda de las enfermedades, mientras que la indirecta tiene relación con la forma subclínica de la afecciones, es decir, la caída de la productividad, infecciones secundarias, incapacidad de responder a otras vacunas y el aumento del uso de antibióticos.

 

Fascina destacó que los principales mayores efectos en la salud de las ponederas se detectan a través de los programas bien instalados y monitoreados de sanidad, nutrición y bioseguridad. “Una vez implantado un programa de bioseguridad, el plan debe ser analizado y ejecutado, tomando las decisiones correctivas que sean necesarias”, acotó el gerente de DSM.

 

En cuanto al programa de vacunación de aves, el disertante mencionó que el problema más frecuente no es el número de vacunas, sino el respeto de los periodos de inmunización. De la misma manera, ese punto recae en la importancia de la mano de obra, acotó.

 

Precisó que para el cuidado de la salud intestinal de las aves, las empresas de nutrición junto con los productores deben verificar detalladamente la calidad del agua, trabajar con ingredientes de buena digestibilidad y cuidar los factores nutricionales de las materias primas.

 

Agregó que la nutrición y la alimentación de calidad tienen que ver también con los niveles óptimos de vitaminas y aditivos que tengan un concepto de estrategias no antibióticas para mejorar esa integridad intestinal.

 

Como un mensaje a considerar, Fascina resaltó que la opinión pública es el gran influenciador de la producción de huevos. “En el mundo actual, el consumidor es más exigente y va a requerir cada día mayor calidad de huevos”, agregó.

 

En ese sentido, indicó que la resistencia a antimicrobianos va a estar cada vez más fuerte por parte de la opinión pública y también por los organismos gubernamentales. “Vamos a tener cada vez más auditorías de técnicas en nuestras granjas productoras, verificando cómo está la gestión del uso de antibióticos”, acotó.

 

Por último, recordó que los principales pilares de la producción de huevos van a seguir siendo la bioseguridad, sanidad, el manejo y la alimentación de las aves.

 

[Material publicado en la sección «Actividad» de la edición impresa Nº 68 – Junio de Revista Productiva, página 36]
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