El 2022 podría ser otro año complicado para la navegabilidad, ya que la expectativa es que continúe el bajo caudal de los ríos Paraná y Paraguay, lo que agudizaría las dificultades y los atrasos en los flujos de exportación, según las proyecciones de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).

 

Dentro del marco de la evaluación del año 2021 y las expectativas para el 2022, Capeco indica que, de acuerdo con los pronósticos, el 2022 continuará siendo un año de aguas bajas en los ríos Paraná y Paraguay, lo que de nuevo generaría dificultades y atrasos en los flujos de exportación, así como lo ocurrido a lo largo de este año.

 

Ante esa situación la Capeco señala que el gran desafío para el próximo año es desarrollar un sistema de dragado y balizamiento que permita garantizar la navegación en todo tiempo y que no genere sobrecostos en tiempos de aguas altas.

 

“Creemos que una alianza público-privada puede ser el camino, donde se opere bajo la supervisión operativa similar al modelo de la Comisión Mixta Argentino-Paraguaya del Río Paraná (COMIP) en el Alto Paraná y se trabaje el costo, sin generar innecesarias erogaciones al sector exportador”, puntualiza el gremio en su informe.

 

En cuanto a la coyuntura del año 2021, la Capeco explicó que las dificultades en la navegación en ambos ríos se debieron al muy bajo nivel de caudal, escaso calado de carga y una gran cantidad de pasos difíciles que estuvieron presentes en la travesía desde los puertos de carga hasta llegar a los puertos de descarga en Argentina y Uruguay.

 

Durante el informe el gremio explicó que en Alto Paraná fue nula la posibilidad de navegación en gran parte de este año. Es por ello que el grupo de puertos de Alto Paraná, junto con la Comisión Mixta del Río Paraná (Comip) están realizando limpieza de varios pasos que permitiría poder navegar en la próxima zafra.

 

El informe resalta que en este 2021, a través de las pocas ventanas de agua para la salida de convoyes con productos de exportación que se lograron en este 2021 (por medio del trabajo conjunto con la Cancillería, la Comip, las binacionales Itaipú y Yacyretá y otros organismos de los sectores público y privado) se llegó a exportar solo 900 000 toneladas de productos agrícolas, de un potencial de envíos de 2.5 a 3 millones de toneladas.

 

Esto generó importantes sobrecostos a toda la cadena de producción, comercialización y exportación.

 

En el caso del río Paraguay, Capeco indica que la navegación se mantuvo a lo largo del año, pero con limitaciones en cuanto a calado de carga, tanto en los puertos de Asunción y departamento Central, como así también en los puertos al norte de Asunción, y en los departamentos de San Pedro y Concepción, donde las restricciones fueron aún más severas.

 

“Esta situación ha generado sobrecostos importantes que han impactado principalmente en los exportadores, para los volúmenes que ya habían sido negociados con anticipación, y en el productor, para los casos de volumen negociado una vez que ya se tenía esta situación de no navegación en el Paraná y de menor capacidad de carga en el Paraguay”, explica el informe.

 

Sobre los eventos registrados en 2021, César Jure, presidente de la Capeco, habló con Nación Productiva, programa emitido los domingos a las 20:00 en canal PRO, acerca de las dificultades en la parte logística y fluvial que afectó el ritmo de embarque de mercaderías y resultó ser un problema para poder cumplir con los compromisos en su momento.

 

Jure señaló que a esta situación también se sumaron otras dificultades como el aumento de los costos de intermediación, los problemas del flete terrestre y el paro de camioneros que generaron un estrés muy fuerte en las comercializadoras.

 

Si bien fue un año complicado, Jure destacó que Capeco estuvo trabajado todo el año para establecer reuniones con las diferentes instituciones estatales y privadas para delinear los esfuerzos a favor de la navegabilidad. Esta gestión permitió la apertura de ventanas de agua para desalijar parte de las mercaderías que estaban estoqueadas en los puertos o en los silos, resaltó.

 

Así también, explicó que Capeco, la Cámara Paraguaya de Terminales Portuarias (Caterpa) y el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym) emprendieron acciones para lograr la liberación de recursos para el dragado de pasos difíciles, que permita seguir operando, aunque sea a calado menor.

 

Acotó, sin embargo, que la licitación para el dragado en el Alto Paraná fue adjudicada a una empresa, luego impugnada por otro oferente y, finalmente, cancelada por el MOPC. “Se ha iniciado un nuevo proceso de licitación para este tramo, pero infelizmente aún no ha concluido y el tiempo pasa inexorablemente”, concluyó.