El bajo contenido de humedad en los suelos de San Pedro está retrasando el inicio de la siembra de la campaña agrícola 2022/2023, por lo que se esperan buenas lluvias para comenzar la implantación de la soja, señaló a Nación Productiva, el Ing. Agr. Ricardo Sosa Bosch, director de Agroganadera 43 S.A. y agricultor de la zona productiva.

 

El Ing. Agr. Ricardo Sosa Bosch, productor y director de Agroganadera 43 S.A., ubicada en Guayaibí, San Pedro, mencionó a Nación Productiva, programa emitido los domingos a las 20:00 en canal PRO, que el trabajo de implantación está teniendo un leve retraso por la falta de lluvias. Precisó que de acuerdo con los pronósticos, se esperan lluvias desde el 10 de setiembre, por lo que a partir de ahí iniciarían la siembra en su campo. Consideró que, en general, en el segundo departamento los trabajos empezarían alrededor de esta fecha.

 

Destacó que en su unidad productiva los suelos poseen muy buena cobertura, ya sean rastrojos tanto de maíz como de milleto, ruziziensis y crotalaria, de modo a lograr la mayor retención de humedad cuando lleguen las lluvias.

 

Sosa Bosch indicó que la zafra pasada de soja dejó secuelas a los productores por las deudas que generó el quiebre de producción a causa de la sequía. Mencionó que muchos refinanciaron sus compromisos para poder enfrentar con nuevas deudas esta campaña, en la que quizás disminuya un poco la inversión, aunque sin descuidar demasiado este aspecto, de modo a poder lograr buenos resultados, si es que el clima lo permite.

 

Como aprendizaje de la última zafra, el productor mencionó que se debe hacer énfasis en el cuidado del suelo mediante el uso de cultivos de cobertura para minimizar los riesgos, ya que el suelo de San Pedro se caracteriza por ser muy heterogéneo. Igualmente, destacó la importancia de la utilización de las variedades ideales para cada periodo productivo, trabajar con las épocas de siembra del cultivo y la aplicación de seguros de precios.

 

Respecto al clima, acotó que hay pronósticos que indican la probabilidad de la ocurrencia de un tercer episodio consecutivo del fenómeno La Niña y hay otros que se mantienen más cautos, pero sea cual fuere finalmente el comportamiento, el productor debe sembrar, aunque también debe ser prudente y no extralimitarse en los costos.

 

Entre las estimaciones para cubrir el costo de producción para esta campaña de soja, el agricultor sampedrano calculó entre 1400 a 1700 kilos por hectárea, un promedio similar al de la temporada anterior. En su caso específico, explicó que una estrategia utilizada para disminuir los costos de implantación de la oleaginosa es priorizar la fertilización en suelos de niveles inferiores de fertilidad y dejar de aplicar en áreas que presentan un alto nivel.

 

Además, resaltó que se están incorporando bacterias al circuito productivo para fortalecer la sanidad de las plantas.