Si bien existe una mayor producción semillera de soja para la campaña 2022/23, de 1 800 000 bolsas más 200 000 importadas, la principal preocupación es el nivel de ilegalidad en el comercio de simientes que impide un aumento de la tasa de utilización de semillas certificadas, por lo que el gran desafío para la próxima zafra es lograr vender toda la producción, señalaron a Nación Productiva representantes del sector semillero nacional.

 

En entrevista con Nación Productiva, espacio periodístico emitido los domingos a las 20:00 en canal PRO, referentes de la Asociación de Productores de Semillas del Paraguay (Aprosemp) y las compañías GPSA y Dekalpar S.A. coincidieron en que el comercio ilegal de semillas de soja afecta fuertemente a los semilleros del país e imposibilita una mayor adopción de semillas certificadas.

 

Aprosemp. La Dra. Dolia Garcete, directora ejecutiva de la institución, resaltó que además de aumentar la tasa de utilización de semillas certificadas de soja, la prioridad es el mayor control del comercio ilegal. Destacó que en esta zafriña se tuvo un récord en área de siembra destinada a la producción de semillas de soja (74 245 hectáreas), en comparación con los últimos 10 años, pero la ilegalidad representa una competencia desleal para los productores que optan por el uso de simientes de calidad.

 

Garcete señaló que el nivel de utilización de semillas de soja certificadas en la campaña 2020/21 estuvo en torno al 30 %. Asimismo, para definir los criterios de uso de los materiales certificados, la Aprosemp mantiene constantemente un diálogo con los obtentores locales, de manera a priorizar esta necesidad, indicó.

 

Por otra parte, subrayó que uno de los desafíos de la asociación es promover la actualización del marco regulatorio de la Ley N° 385/94 de Semillas y Protección de Cultivares y la reglamentación de su Artículo 35, que establece la reserva de semillas protegidas y el derecho del obtentor.

 

GPSA. En la entrevista, Paulo Prass, gerente de Semillas de GPSA, resaltó que actualmente el mayor desafío es comercializar toda la semilla producida, ya que el comercio ilegal juega en contra porque existe una gran difusión de esta práctica ilícita. Puntualizó que el uso de semillas certificadas le ofrece al agricultor garantía y seguridad al momento de producir.

 

Prass mencionó que la meta es elevar la tasa de utilización de semillas de soja certificadas hasta el 60 %.

 

El mejoramiento de la calidad de semillas es parte fundamental de la garantía de esta certificación. En ese sentido, el representante de Semillas de GPSA contó que la compañía sigue innovando para brindar una mejor calidad de semillas a los productores, ya que en el 2021 se hizo una inversión importante en la instalación de un secadero, además de mejoras en la padronización de semillas y también la ampliación de equipos y capital humano para los laboratorios.

 

Explicó que el control de calidad es una tarea que se realiza en todos los procesos vinculados a la producción de semillas de soja. “Cada 15 a 20 días se toman muestras y se hace el control de calidad, pensando en la germinación, vigor y padronización hasta la entrega de la semilla”, precisó.

 

Dentro del marco del plan semillero 2022/23, GPSA aumentará 55 % el volumen de producción de semillas de soja, por lo que dispondrá de 215 000 bolsas de semillas de soja, 76 000 bolsas más que la zafra pasada.

 

Compañía Dekalpar S.A. A su vez, el Ing. Agr. Leandro Tecchio, gerente de Marketing de Compañía Dekalpar S.A., manifestó que la firma trabaja de forma coordinada con sus colaboradores para combatir el comercio ilegal de semillas de soja.

 

Dijo que uno de los desafíos es la disponibilidad de mejores variedades de soja en la presente campaña agrícola. Para ello, se está implementando un plan de desarrollo de materiales de calidad y un seguimiento de las actualizaciones en relación con la reglamentación de la producción de semillas.

 

Para la campaña 2022/23 Compañía Dekalpar S.A. apunta a la disponibilidad de 150 000 bolsas, un aumento del 30 %, respecto a años anteriores, acotó el profesional.

 

[Foto icon-camera: Paulo Prass, gerente de Semillas de GPSA y Dolia Garcete, directora ejecutiva de Aprosemp/ Nación Productiva]