El Grupo de Países Productores del Sur (GPS), formado por entidades del agronegocio de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, se reunieron ayer en San Pablo, Brasil, para tratar dos temas fundamentales para el sector agroindustrial: el acuerdo Mercosur/UE y el Green Deal (Pacto Verde Europeo). Durante el encuentro los representantes resaltaron que el Mercosur es la solución para la transición energética y la seguridad alimentaria, ya que es una potencia en alimentos, producción de bioenergía y soluciones para combatir el cambio climático.

 

Promovido por la entidad y la Asociación Brasileña de Agronegocios (ABAG), “A dónde va Mercosur-UE” fue el nombre del evento organizado el 13 de setiembre en Brasil por los 10 años de la GPS, institución fundada por entidades privadas del sector agroindustrial de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay para fomentar la producción de alimentos, comercio y preservación del medio ambiente, para analizar y dar a conocer la capacidad de la región en estas áreas y en respuesta a los fundamentos del acuerdo Mercosur/Unión Europea y el Green Deal (Pacto Verde Europeo).

 

Desde la visión de Paraguay, Héctor Cristaldo, presidente de la Unión Gremios de la Producción de Paraguay (UGP) y coordinador de GPS/Paraguay, mencionó que las preocupaciones sobre el cambio climático no pueden afectar la producción de alimentos y frenar el desarrollo socioeconómico de los países.

 

Estos temas deben ser respetados”, destacó Cristaldo, quien agregó que debido a los desafíos comunes del Mercosur en geopolítica, el GPS ha actuado para incidir en los gobiernos nacionales para que realicen un trabajo coordinado y cooperativo, ya que la dispersión debilita a los cuatro países.

 

Por su parte, Marcelo Regúnaga, coordinador general de GPS, afirmó: “Nuestra región es la solución en materia alimentaria y de transición energética”.

 

En tanto que Luiz Carlos Corrêa Carvalho, presidente de ABAG y representante de Brasil en el Comité de Coordinación Regional de GPS, reafirmó el papel protagónico del Mercosur a escala global, las oportunidades que surgen ante el nuevo escenario internacional, y el trabajo realizado por GPS para acciones cada vez más efectivas y coordinadas en favor de la integración regional y el crecimiento sostenible del bloque.

 

La nueva industrialización es la bioeconomía y el negocio del siglo XXI es la economía verde. En ese sentido, el agronegocio desarrollado en nuestra región ha aplicado tecnología y ciencia, siendo altamente productivo y, al mismo tiempo, protegiendo biomas, revitalizando suelos, secuestrando carbono y reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero”, afirmó.

 

Carvalho consideró que el Pacto Verde tiene muchas más sanciones que cooperación. “No vemos una ventana de apertura del mercado europeo. De la manera en que fue diseñado, no tiene flexibilidad para adaptarse a las nuevas realidades”, agregó.

 

Por su parte, Regúnaga, indicó que los problemas mundiales deben resolverse con soluciones globales. En el caso del Pacto Verde, las medidas cuestionan los mecanismos de gobernanza global, en donde cada país ha establecido su objetivo para combatir el cambio climático, con base en los acuerdos establecidos en la Conferencia de las Partes (COP).

 

Las naciones son soberanas y esta legislación quiere cambiar las reglas del juego, creando un desafío en las relaciones con los socios comerciales. Las normas deben ser consensuadas con las naciones que están siendo afectadas”, afirmó el coordinador general de GPS.

 

En tanto, Ingo Plöger, vicepresidente de ABAG, comentó que Europa es un gran inductor de ideas y conceptos. “Pero las sanciones no son la mejor manera. Europa, quizás, no es consciente de que hay otros países que están interesados en la región, como Estados Unidos y China”, subrayó.

 

En lo que respecta al Acuerdo Mercosur y Unión Europea, el panel de GPS consideró que dados los cambios en la geopolítica global y las nuevas tendencias del comercio, el acuerdo con la UE ha adquirido una importancia estratégica, ya que beneficiará a todos los países en términos económicos, geopolíticos e institucionales, además de permitir la transferencia de tecnología, conocimientos e inversiones. También destacó las oportunidades en materia de cooperación, para el desarrollo de las plataformas tecnológicas que requiere la Bioeconomía, como la biotecnología.

 

En relación a las dificultades que se encuentran para avanzar en el diálogo sobre sostenibilidad, se destacó que existe una apreciación equivocada en la UE sobre la sostenibilidad de los sistemas productivos del Mercosur, que en realidad se encuentran entre los más moderno, eficiente y comprometidos con la conservación de los recursos naturales del mundo.

 

Renato de Souza Meirelles, presidente de CAF Brasil y representante de la Cámara Oficial de Comercio de España en Brasil, afirmó que el acuerdo Mercosur/UE necesita avanzar y que los dos bloques están preparados para firmarlo. “Ya basta de imponer barreras y poner obstáculos”, apuntó; también evaluó que los ajustes deberán realizarse de forma equilibrada, “sin neologismos”, puntualizó.

 

Barbara Konner, vicepresidenta ejecutiva de la Cámara Brasil-Alemania de São Paulo (AHK Brasil), en la oportunidad, afirmó que no hay necesidad de sanciones y que ambos bloques están perdiendo oportunidades ya que el acuerdo aún no se ha firmado. A su juicio, uno de los puntos más importantes para hacer negocios es la seguridad jurídica.

 

“Un acuerdo garantiza reglas del juego”, afirmó Konner. Según una encuesta realizada por AHK Brasil, el 54 % de las empresas miembro cree en la ratificación del acuerdo antes de finales de este año, mientras que casi el 25% de las empresas cree que el acuerdo estará finalizado en 2024.

 

Durante la reunión, Horacio Sánchez-Caballero, jefe del Consejo Consultivo de GPS, dijo que su creación estuvo motivada por la idea de trabajar juntos entre los cuatro países en tres dimensiones: producción de alimentos, comercio y preservación del medio ambiente. Las conversaciones comenzaron en Argentina y, a medida que se discutía esta propuesta, se invitó a participar a instituciones de otros países, lo que permitió mejorar la propuesta original.

 

La unión es fundamental para transformar la realidad. Nuestra propuesta es traer iniciativas que expresen el interés de todos y que sean resilientes. Seguimos firmes en el camino elegido de cooperación y crecimiento”, sostuvo Caballero.

 

El representante de Uruguay, Francisco Lezama, coordinador de GPS/Uruguay, destacó que cada país busca entender cuáles son las mejores prácticas agrícolas y qué desafíos afectan a los productores con el objetivo de buscar soluciones. “Los socios se apoyan mutuamente, intercambian experiencias y obtienen aprendizaje conjunto. Cuando trabajamos en la trilogía -conocer, articular y difundir- contribuimos a la formación de políticas públicas para impulsar el desarrollo nacional y regional”, recalcó.

 

[Fuente y Foto: GPS]