La cosecha de arroz de la campaña 2023/2024, cuyo avance se encuentra entre 25 % y 30 % en promedio a nivel nacional, se desarrolla en estos momentos sobre aquellas áreas que recibieron un exceso de lluvias y tuvieron pocas horas de luz solar entre octubre y diciembre de 2023, por lo que si bien en líneas generales el panorama es positivo, se estima una reducción del 20 % de productividad, pero se prevé que los rindes mejoren a medida que prosiga la colecta, comentó en Nación Productiva el Ing. Agr. Reinerio Franco, director de Agriplus S.A. y miembro de la Comisión Directiva de la Cámara Paraguaya de Industriales de Arroz (Caparroz).

 

Al analizar la “Coyuntura actual y el avance de la cosecha de arroz” Franco mencionó que en términos de productividad, la estimación preliminar es de una merma de rendimiento de 20 %, con relación a la campaña pasada, ya que en estos momentos el avance de cosecha es sobre aquellas áreas que sufrieron por el exceso de lluvias y la falta de luz solar, principalmente entre octubre y diciembre; no obstante, aseguró que las próximas cosechas tendrían mejores rendimientos por mejores horas luz registradas a mediados de enero.

 

Al cierre de la semana pasada el avance de cosecha a nivel nacional llegó a un promedio de entre 25 % y 30 %. Si bien muchos productores ya han colectado más del 35 % de sus áreas, existen otros que todavía no comenzaron, resaltó el entrevistado.

 

Precisó también que en esta campaña se observaron complicaciones, pero no grandes mermas en áreas sembradas. Se estima que la superficie llegó a 170 000 hectáreas versus las 175 000 a 180 000 hectáreas previstas inicialmente.

 

Precisó que la zafra arrocera se ha venido comportando de forma muy particular por el clima, ya que El Niño promovió las intensas lluvias. Indicó también que se registraron condiciones peculiares en términos agronómicos.

 

Hace 10 años fue la última vez que vi una cosecha con hojas verdes y granos ya maduros”, resaltó.

 

Franco explicó que meses atrás hubo riesgos por áreas inundadas, pero se tuvo la oportunidad de hacer una resiembra más tardía. Esto, finalmente, impactó en el rinde del cultivo, señaló.

 

Por último, señaló que muchos agricultores tuvieron problemas de drenaje, otros de inundación, y algunas mermas de volumen cosechado, considerando que al tener mucha agua en la parcela la planta tiende a ir hacia arriba y tumbarse cuando tiene el grano cargado.

 

No fue un año fácil, fue un año diferente de los que vivimos en los últimos cuatro años, cuando hablábamos de sequía. Pasamos al otro extremo con muchas lluvias”, puntualizó.

 

[Foto icon-camera : Archivo / Nación Productiva]