La soja cerró la rueda de este viernes en Chicago con precios en baja, pero terminó el segmento comercial con ligeras subas. La oleaginosa culminó la jornada con disminuciones de USD 1,66 y USD 1,75 la tonelada en las posiciones de noviembre y enero, por lo que las cotizaciones quedaron en USD 369,73 y USD 376,53, respectivamente, de acuerdo con el informe de Granar.
Al final de este viernes el contrato de noviembre de la soja pasó de USD 371,39 a USD 369,73 la tonelada, mientras que la posición de enero registró un cambio de USD 378,28 a USD 376,53 la tonelada.
Granar explica que las pérdidas del día estuvieron relacionadas con una toma de ganancias de los inversores tras las mejoras de las dos ruedas precedentes y con el lógico efecto bajista del avance de la cosecha récord, que el lunes comenzará a ser relevado en forma oficial por el USDA en su reporte semanal de cultivos.
El sostén para los precios lo ofrecieron la vigencia del mal tiempo para el normal avance de la recolección en zonas del sudeste de Estados Unidos, derivado de la tormenta tropical Francine, las buenas exportaciones semanales relevadas ayer por el USDA, y los leves recortes hechos por el organismo en su informe mensual sobre la cosecha y las existencias finales.
En cuanto al maíz, la posición de diciembre pasó de USD 159,83 a USD 162,69 la tonelada, mientras que el contrato de marzo varió de USD 167,12 a USD 169,68. Influyeron en ello la ralentización de la cosecha que estaría generando el mal tiempo sobre zonas del sudeste y del centro de Estados Unidos derivado del paso de Francine.
Agregaron sustento a la tónica alcista la previsión de mayores importaciones de México –un mercado casi cautivo de EE.UU.– y de la Unión Europea hecha ayer por el USDA en su informe mensual y la falta de humedad en zonas de Brasil, que puede afectar la primera siembra y que puede trastocar el cronograma de la zafriña si se demora la implantación de la soja.
Por su parte, las posiciones del trigo quedaron en USD 218,51 (diciembre) y USD 224,94 (marzo). Además de la continuidad de las compras de los especuladores, que vienen cubriendo su posición vendida en las últimas semanas, el mercado internacional mantuvo para sí varios factores alcistas relacionados con la oferta.
Entre ellos, la menor disponibilidad de trigo exportable en la Unión Europea, que ayer fue confirmada por el USDA, que en su informe mensual redujo del 34 a 31,50 millones de toneladas el saldo exportable del bloque; los problemas climáticos en Rusia, que afectan por exceso de lluvias el cierre de la cosecha de primavera y que ralentizan la siembra de invierno por la falta de humedad, y la controversia suscitada en el Mar Negro tras el ataque ruso denunciado por Ucrania sobre un buque granelero con trigo ucraniano que, pese al impacto, siguió su curso.
Además, en plena siembra de los trigos de invierno de la nueva campaña, se acentuó el déficit de humedad en las principales zonas productoras del cereal.