Una complicada situación experimenta la agricultura en campos bajos ante una condición climática extrema. Algacir Busanello, jefe de Producción Agrícola de Agropecuaria Busanello S.A., ubicada en Gral. Artigas, Itapúa, comentó a Nación Productiva que con apenas un avance del 20 % en la implantación de soja ya se registró una pérdida por exceso de agua de 700 hectáreas, que habían sido sembradas el pasado 18 de octubre.
En el agroclásico de los domingos analizamos las complicaciones que atraviesa el cultivo de soja en campos bajos debido a las excesivas precipitaciones ocasionadas por el fenómeno climático El Niño.
El jefe de Producción Agrícola de Agropecuaria Busanello S.A. mencionó que hubo una pérdida de 700 hectáreas por el exceso de lluvias. Fueron áreas que se sembraron recién el 18 de octubre debido al encharcamiento.
El entrevistado indicó que esas áreas perdidas serán resembradas, siempre y cuando estén dadas las condiciones. Señaló que aún queda pendiente sembrar 80 % de la soja, dependiendo del comportamiento del clima, en el próximo mes.
El nivel de lluvias entre setiembre y noviembre en la unidad de producción fue de casi 800 mm. Busanello indicó que la condición actual es de encharcado en el campo, no es una inundación, pero el problema es el exceso de agua porque en una semana hay lluvias constantes de 30 a 50 mm.
“Hay partes que están inundadas por el tema del esteral que hay que mejorar para que salga el agua”, señaló.
Explicó que el plan de siembra de soja consistía en iniciar el 01 de setiembre con las 2000 hectáreas disponibles, ya que el resto de la superficie aún contaba con trigo, canola y maíz para la cosecha. No obstante, el aumento de las lluvias generó un retraso en la implantación hasta el 25 de setiembre.
En sus diez años de experiencia con la soja en campos Busanello recordó que la zafra 2017/18 también registró importantes lluvias, cuando en octubre cayeron 680 mm, mientras que setiembre y noviembre presentaron un comportamiento más regular (150 mm).