Un matrimonio que se va fortaleciendo es el que componen el arroz y la soja en los campos bajos, que antes eran áreas marginales improductivas sin capacidad de generar alimentos o en algunos casos, escasos kilos de ganancia de carne por hectárea/año.

 

Es así que esta propuesta nace luego de la necesidad de cortar el tremendo avance de las malezas resistentes a los herbicidas manejados en el cultivo de arroz. Este cereal venía perdiendo productividad y pronto se avizoraban, incluso, campos abandonados por la presión de las hierbas indeseadas, principalmente el arroz colorado.

 

Hoy, tras haber explorado buenas herramientas de manejo, mediante el acceso al conocimiento y tecnología aplicados en Brasil y Uruguay, en Paraguay el horizonte de la producción de arroz se amplía de la mano de una alternativa agrícola en estos campos, la soja, reina de las proteínas que realiza un fantástico trabajo de “herbicida natural” en esta integración.

 

Todo este concepto fue plasmado en la última jornada de campo del Ingenio de Arroz Tío Nico, desarrollado en Caapucú, departamento de Paraguarí. En esa ocasión, el Ing. Agr. Leandro Semeniuk, encargado de Producción de Arroz Tío Nico, comentó que se tomó la decisión de incorporar soja en los campos del cereal para reducir la incidencia de malezas que provocaba pérdidas de áreas, por una parte, y, por otra, elevar la productividad del arroz.

 

Indicó que la rotación de soja y arroz generó grandes productividades y un área más limpia, por lo que se busca que la oleaginosa sea una herramienta técnica y lucrativa para la empresa. “Paga los costos, mejoramos el suelo y tenemos productividad de arroz tanto en calidad como en cantidad”, especificó.

 

Por otra parte, señaló que la firma realizó varias adecuaciones para llevar adelante este proyecto. Entre los cambios, mencionó que trabajaron con profesionales de Brasil, realizaron análisis de suelos, se adquirieron nuevas tecnologías y se aumentaron los sistemas de drenaje.

 

La estimación de aumento de rendimiento con este sistema es del 20 % y una disminución del 15 % de los costos de producción. “Al cumplir con los requerimientos de la soja, estamos entregando dos a cuatro veces de mejor condición que al hacer arroz con arroz”, destacó.

 

Indicó que se realizó un trabajo minucioso para la selección de variedades de soja con tecnología STS para lograr un mejor comportamiento de la oleaginosa en estas áreas tradicionalmente arroceras.

 

Como gran intervención para las próximas campañas, adelantó el inicio del trabajo de suavización de las áreas, mediante la incorporación de maquinarias adaptadas para este fin, además de la suma de profesionales altamente capaces con el fin de reducir la incidencia de áreas con complicaciones de manejo de agua.

 

Investigación. Por su parte, el Ing. Agr. Rodrigo Schoenfeld, investigador del Instituto Riograndense de Arroz (IRGA), que está asesorando a productores de Paraguay a través de un contrato con Matrisoja, destacó las mejoras del manejo con la expansión de los rubros agrícolas en los campos bajos y la ganadería, principalmente por el incremento de la productividad para el productor. Acotó que mejoraron las condiciones ambientales por la reducción del gas metano.

 

La alianza del arroz y la soja también permitió controlar las malezas, plagas y enfermedades. Resaltó, además, que se trata de un proceso de aciertos y errores, ya que se requiere de mayor conocimiento sobre la preparación de los suelos y el uso de los cultivos alternativos para luego pensar en lograr una estabilidad en los procesos.

 

El productor debe cumplir todas las etapas e ir despacio. Veo un sector productivo que va madurando y está consolidándose en Paraguay”, concluyó.

 

Decisión. El capitán del barco, don Nicolás Semeniuk, director general de la empresa, comentó acerca de la importancia del proceso de desarrollo del área arrocera de la firma y del país, ya que este progreso ayuda a los productores a sobrevivir a los desafíos que se enfrenta el sector agrícola. Sobre la iniciativa, manifestó que vieron la necesidad de incorporar soja para cuidar las áreas afectadas por el arroz colorado.

 

En cuanto a los desafíos, comentó que las inversiones a futuro están ligadas a una mejor tecnología para evitar las pérdidas de rendimiento ante la formación de los espejos de en el momento de cosecha. Asimismo, el empresario instó a las autoridades a que le dejen trabajar al sector productivo y le provean el apoyo necesario para ello.

 

Vamos a seguir adelante con la empresa Tío Nico para demostrar que hay muchas cosas que se pueden hacer en este país porque en el campo está nuestro futuro. Si logramos ese futuro, el Paraguay va a cambiar”, añadió.

 

Nuevas generaciones. Elías Ovelar Semeniuk, integrante de la tercera generación de Arroz Tío Nico, comentó que se siente orgulloso de su familia, ya que creció con buenos valores y principios. Destacó el crecimiento de la empresa a lo largo del tiempo y el trabajo realizado por cada uno de sus familiares.

 

Tengo un desafío muy grande porque estoy cambiando de rol. Me desempeñaba como futbolista y hoy me toca con mucho orgullo encarar una nueva etapa”, puntualizó.

 

Subrayó que su abuelo, Nicolás Semeniuk, es un gran ejemplo de superación por la forma en la que él y su abuela llevaron adelante el emprendimiento Tío Nico. Agregó que lo más importante es mantener la humildad para que el trabajo esté bien hecho.

 

BASF. En cuanto a las innovaciones de BASF Paraguaya, la Ing. Agr. Nora Huber, miembro del área de Desarrollo Técnico de Mercado de la compañía, resaltó los herbicidas Basagran y Herbadox para el manejo de malezas en arroz. Explicó que se presenta una formulación renovada y amigable con el medioambiente debido su lenta liberación, por lo que el banco de semillas para el cultivo de arroz es más fácil de manejar.

 

Por otro lado, hizo hincapié en la utilización de productos preemergentes para el manejo de malezas. En ese caso, el Herbadox es una solución ideal presiembra y ayuda a que el control posemergente sea holgado o liviano.

 

Dentro del complejo de malezas de arroz tenemos a las gramíneas y ciperáceas que vienen ganando territorio. Y justamente con los dos herbicidas que estamos presentando hoy tenemos un manejo muy importante”, destacó.

 

Genética. El Ing. Agr. Rovani Castellani, asesor comercial de Matrisoja en Misiones, resaltó que la empresa cuenta con opciones de híbridos de maíz con tolerancia al estrés hídrico y a altas temperaturas, así como a la cigarrita, un problema recurrente para el productor. Comentó que cuentan con la plataforma biotecnológica PowerCore Ultra, que posee seis proteínas para control de orugas y malezas. A parte de eso, mencionó que las características de estos materiales son resultado del desarrollo en Brasil.

 

Entre los posicionamientos, la recomendación de la compañía es sembrar el híbrido de maíz B2782 PWU a partir de la segunda quincena de enero, aunque la fecha ideal va hasta el 20 de febrero. Este material arrojó excelentes resultados en la región, indicó.

 

Kurosu & CIA. Pablo Benítez, director de Marketing de Kurosu & CIA., habló sobre las últimas tecnologías disponibles y las soluciones para los sistemas de cosecha de arroz y soja como los multipropósitos.

 

En cuanto a las novedades de la jornada, Benítez citó la cosechadora John Deere S760 que incorpora la agricultura de precisión para el mapeo y obtención de datos de productividad, humedad y el geoposicionamiento. Explicó que estas informaciones quedan grabadas en la plataforma del Centro de Operaciones, a fin de que el productor pueda tener acceso a ellas en cualquier momento desde su celular o computadora.

 

El objetivo de las cosechadoras multipropósitos es reducir los gastos por la compra de varios equipos y encontrar la solución para ambos cultivos. Por otra parte, las informaciones registradas en la plataforma son agronómicas y especificaciones de las máquinas, que a la par son controladas desde el Centro de Monitoreo, ubicado en la localidad de Minga Guazú, departamento del Alto Paraná.

 

[Material publicado en el segmento Nota de tapa de la edición Nº 100 de febrero de Revista Productiva, páginas 20 y 21]

[Foto icon-camera : Revista Productiva]