La extrema sequía que azotó al Chaco desde la primavera hasta parte de este otoño exterminó el plan semillero elaborado para disponer de simientes diferenciadas de soja, informó a Productiva Radio Fabián Pereira, director comercial de GPSA.
Durante el programa emitido los sábados, de 6 a 8 horas por la 780 AM Radio 1ro de Marzo, Pereira comentó que esta severa sequía debe ser una de las peores de los últimos 50 años. En ese contexto, destacó que la planificación de la producción de simientes se perdió en un 100 % ante la imposibilidad de lograr que las variedades puedan desarrollarse normalmente.
El ingeniero agrónomo dijo a David González, conductor del programa, que la empresa estaba trabajando con cooperadores para generar materiales de propagación de alta calidad para el mercado chaqueño, considerando que esta región tiene sus particularidades en cuando a ambiente, suelo y nivel pluviométrico.
Asimismo, indicó que los productores que tuvieron óptimos resultados en la campaña anterior, con promedios de 2500 y 2800 kg por hectárea, en esta zafra vieron perder totalmente la producción de la oleaginosa a causa de los varios meses sin lluvias en esta región del país.
Indicó que considerando que el costo de producción de soja en el Chaco es menor en relación con la región Oriental, los productores afectados compensarán los buenos resultados del año pasado con este en el que tuvieron fuertes pérdidas.
Es decir, si el año pasado tuvieron una renta de USD 300 por hectárea, al promediar los resultados de ambas campañas, esa ganancia se reduce a USD 150 por hectárea. “La soja en el Chaco tiene un potencial enorme, pero tienen estas situaciones que golpean, por eso es importante que podamos elaborar planes a cinco años, porque en ese periodo pueden haber años buenos y malos, para luego promediar las ganancias y las pérdidas”, destacó.
Arroz
En cuanto al cultivo de arroz desarrollado en la Estancia 7 Puntas, en Pozo Colorado, sobre la cuenca del río Paraguay, comentó que la zafra concluyó con un promedio de rendimiento de 10 500 kg por hectárea, un volumen significativo que motiva a seguir con el emprendimiento en una región que necesita desarrollo.
Mencionó que estos campos eran palmares que albergaban una ganadería tradicional. Con esa actividad era imposible financiar una inversión en caminos, infraestructura y desarrollo de los campos bajos; sin embargo, al integrar el arroz dentro de la actividad, se logró generar recursos para mejorar la condición del suelo para la agricultura y, en consecuencia, también para la ganadería, que se beneficia de los rastrojos de arroz, mediante un consorcio agrícola-pecuario desarrollado con eficiencia.
A partir de ahora el objetivo es apuntar a generar un valor agregado de esa materia prima, mediante la instalación de un molino en las campañas siguientes.
Paso Kurusu
El empresario también destacó que siguen desarrollando en forma positiva el proyecto Paso Kurusu entre los departamentos de San Pedro y Amambay, en donde están asistiendo a pequeños productores que anteriormente carecían de oportunidades y acceso a tecnología. Mediante el acompañamiento, la empresa está asistiéndolos con semillas, insumos y acopio de los granos de soja que producen.
Acotó que dentro de la situación ocasionada por la pandemia, la semana pasada realizaron una donación de 3000 kg de arroz y varios kilos de carne para pobladores de seis asentamientos colindantes con la Estancia Paso Kurusu.
“Es un trabajo que estamos desarrollando para apoyar a estos compatriotas que quieren trabajar, pero que no han tenido oportunidad. Sabemos que en Paraguay tenemos otras urgencias, por ende, esa ayuda no llega como ellos requieren. Nosotros venimos asistiéndoles con tecnología, capacitación y han tenido su primera cosecha en esta campaña con buenos números finales, pero hace falta mejorar el suelo, porque provienen de pasturas nativas empobrecidas y ahora estamos corrigiendo con agricultura de precisión, para que pueda mejorar la productividad en estas fincas”, resaltó.