El alto grado de inversión y la imposibilidad de cumplir a tiempo con los compromisos financieros debido a la crisis que se experimenta en este segmento han llevado a que la deuda llegue a USD 1700 millones, es decir, tres veces más que hace 10 años, y a la necesidad de refinanciarla. Si perdura la coyuntura negativa de bajos precios, menor faena y exportaciones de carne, se podrían observar cambios o migraciones dentro del segmento pecuario, así como una reducción de la cantidad de cabezas de ganado y desempleo, comentó a Nación Productiva el Ing. Agr. Diego Heisecke, presidente del Consorcio de Ganaderos para Experimentación Agropecuaria (CEA).

 

El sector pecuario está altamente endeudado, lo que evidencia el alto grado de inversión en la producción ganadera en los últimos años. Sin embargo, la crisis que viene arrastrando este segmento ha impedido que los productores cumplan con sus obligaciones, por lo que han solicitado la refinanciación de las deudas. Este escenario negativo ha creado efectos secundarios en los establecimientos y si continúa, existe el peligro de que el productor opte por reducir sus inversiones.

 

En el agroclásico de los domingos Diego Heisecke señaló que hace 10 años el sector estaba endeudado por USD 400 a 500 millones, pero hoy esa deuda llega a USD 1700 millones. Indicó en esta última década los ganaderos han invertido en pasturas, genética y desarrollo de los campos.

 

El productor ganadero está preocupado por la menor inversión generada a causa de la coyuntura negativa de bajos precios, disminución de la faena y de las exportaciones de carne. Estos factores podrían generar una migración del productor, la baja de un millón de cabezas de ganado en el hato nacional, que hoy ronda 13 millones de cabezas, y una reducción de 80 000 puestos de trabajo.

 

Eso sí va a ser un problema para el país. Tenemos que trabajar en un Instituto de la Carne que sea igualitario para todos”, resaltó.