Lluvias moderadas a abundantes en las regiones Occidental y Oriental de Paraguay, así como lapsos calurosos y húmedos se prevén para este periodo primavera-verano que se inicia. La tendencia climática en estas estaciones es, en general, buena para la agricultura; no obstante, como su rumbo aún no está firme, podría sufrir ajustes positivos o negativos.

 

Ing. Agr. Eduardo Sierra, experto en climatología agrícola

El este del Chaco y la mayor parte de la región Oriental experimentarán precipitaciones moderadas a abundantes, algo inferiores a lo normal a inicios de la primavera.

 

Este periodo se caracterizará por los lapsos cálidos y lluviosos que se alternarán con cortos, pero intensos descensos térmicos, aunque sin riesgo de heladas.

 

Para el verano, donde se prevé el cargado de granos y la cosecha de los principales cultivos, la circulación tropical se activará con vigor, manteniéndose por encima de su nivel medio y aportando calor y humedad a gran parte del área agrícola, a lo largo de la mayor parte de la estación.

 

En gran parte de la región chaqueña se observarán precipitaciones muy abundantes, con un vigoroso foco de tormentas sobre el sur de Boquerón.

 

En tanto que la mayor parte de la región Oriental recibirá precipitaciones superiores a lo normal, con sus mayores registros sobre su porción norte.

 

La influencia de los vientos polares quedará reducida a un mínimo, por lo que las entradas de aire frío se espaciarán y perderán fuerza, produciendo un ambiente caluroso.

 

Aunque la tendencia climática es, en general, positiva, su rumbo aún no se encuentra firme y podría sufrir ajustes positivos o negativos.

 

En particular, debe tenerse en cuenta que el fenómeno de La Niña, que fue uno de los principales factores que se hicieron sentir durante la campaña 2017/2018, no se disipó, sino que migró hacia el hemisferio norte, donde viene causando algunas perturbaciones de cierta magnitud.

 

Si este fenómeno persistiera durante el verano del hemisferio norte, ello implicaría el riesgo de que La Niña retorne con fuerza al hemisferio sur en la primavera próxima, volviendo a perturbar la marcha la campaña agrícola.

 

La temperatura del Atlántico es otro factor cuya evolución todavía no puede considerarse firme.

 

El presente calentamiento se debe en parte a la descarga de aguas calientes aportada por los grandes ríos de la Cuenca del Plata, pero este proceso irá en disminución hasta alcanzar su mínimo valor, por lo que su persistencia no puede asegurarse.

 

Por lo tanto, aunque la tendencia actual es positiva, habrá que continuar monitoreando la evolución del clima, hasta tanto su signo e intensidad se estabilicen.