Tres nuevos cultivares de trigo que se caracterizan por su resistencia a la sequía y a Pyricularia o brusone son los recientes resultados del Programa Nacional de Investigación y Mejoramiento Genético de Trigo, promovido por una alianza público-privada entre el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y el Instituto Paraguayo de Tecnología Agrícola (IPTA).
En una jornada de campo desarrollada la semana pasada en el Centro de Investigación Capitán Miranda (Itapúa) se hizo la presentación oficial de los materiales que se destacan por su tolerancia a la sequía y al calor, además de tener resistencia a la temible Pyricularia o brusone.
El agrónomo Alfonso Guerreros, miembro del área de semillas de Inbio y Capeco, comentó que se trata de tres variedades denominadas Itapúa 90, Itapúa 95 y Canindé 31, que estarán disponibles comercialmente en la campaña 2019.
Explicó que Itapúa 90 se destaca por su resistencia a Pyricularia, excelente calidad panadera y precocidad. A su vez, Itapúa 95 es resistente a mancha foliar, posee excelente calidad panadera y precocidad. Por último, Canindé 31 incorpora la tolerancia a sequía a su performance de excelente calidad panadera.
Por su parte, el asesor científico del programa de investigación, Dr. Mohan Kohli, mencionó que la tarea de la investigación se concentró en lanzar variedades de trigo con calidad mejoradora; es decir, que pueden ser referencias en la mezcla con otras materias primas de menor calidad.
Además, en estos tres cultivares se resalta la sanidad de planta, de modo a que el productor pueda ahorrarse entre una o dos aplicaciones de fungicidas durante el ciclo productivo, hecho que contribuye a su economía. Otro componente que se suma es la tolerancia a la sequía, que durante el invierno se presenta en ocasiones en un país subtropical como Paraguay.
En la jornada de campo también hubo otras estaciones en donde se hizo énfasis en el proceso de polinización para el desarrollo de variedades, el control químico y genético contra las enfermedades que atacan al trigo y el trabajo de selección con base en ciertas características buscadas dentro del programa. El desarrollo de los temas estuvo a cargo de técnicos del IPTA.
[Fuente: Inbio]