No hay mucha diferencia de inversión económica entre apostar por un trigo de alta calidad y uno no tan bueno, pero sí de resultados, ya que si el productor elige la primera opción, tendrá garantizada una excelente productividad y calidad de grano que le ayudarán a obtener beneficios económicos.
Miguel Portal, agricultor de Fram, departamento de Itapuá, comentó que se dedica a la producción de trigo y en lo que respecta a la campaña 2022, indicó que fue bastante atípica por la presión de enfermedades en etapas iniciales del cultivo.
Mencionó que una de sus prácticas más importantes es el escalonamiento de la siembra. Acotó que está acostumbrado a trabajar con el trigo en tres épocas debido al riesgo de las heladas que afectan la zona. “Las primeras siembras fueron las más afectadas por enfermedades de espiga; cabe resaltar que hicimos sin tratamiento de semillas y con un manejo de fungicidas más económico”, acotó.
Resaltó que es importante hacer un trigo de época con una buena planificación para alcanzar un mayor rendimiento. “El trigo tiene su costo y si hacemos un trigo económico, perder la buena época de la soja por pocos kilos de trigo no compensa”, puntualizó.
En cuanto a los costos, la producción de esta campaña a nivel general dependió del manejo de cada productor con relación a la compra anticipada de insumos. Estimó un aumento de 45 a 50 %.
“Cerrando los costos con el precio de mercado estaría –el punto de equilibrio- entre 2000 a 2200 kg de trigo”, agregó. El margen de ganancia de este rubro es óptimo haciendo una buena inversión y con buenos resultados de cosecha, recalcó el productor.
Recomendó el uso de abonos verdes como sistema de rotación y el nabo forrajero, en su caso particular, como estrategia de manejo agronómico.
Enfermedades. Uno de los aspectos negativos en esta campaña fue la presencia de enfermedades en el cultivo de trigo, hecho que demandó mayor atención.
En ese sentido, contó que tuvo el acompañamiento de la empresa BASF Paraguaya y utilizó el tratamiento de semillas Sistiva en un 90 % de su área. Destacó que este nuevo producto le fue recomendado por otros productores.
Sobre la reacción del producto en parcelas de trigo sobre trigo, dijo que notó una gran diferencia en cuanto a la uniformidad del cultivo y la posibilidad de tener una ventana mucho más prolongada para la primera aplicación.
Consideró que esto obedece a la utilización de Sistiva, ya que anteriormente no todas las semillas con las que trabajaban eran tratadas, por lo que tenían un desarrollo muy inferior al registrado en la presente campaña.
La Ing. Agr. Nora Huber, miembro del área de Desarrollo Técnico de Mercado de BASF Paraguaya en la región sur, comentó que el programa empleado por el productor fue en casi su totalidad con la aplicación de Sistiva y en la parte foliar alternó entre Ativum, Priaxor y Opera.
Entre las cualidades del manejo diferenciado, explicó que las plantas de trigo fueron más uniformes en cantidad de hojas y espigas. Destacó que una de las parcelas cosechadas, por ejemplo, rindió 3.8 tonelada/hectárea.
Luego del trigo, el agricultor apuntó a la campaña de soja con las primeras siembras desde el 15 de octubre. En su establecimiento los principales rubros son el trigo, la soja y los cultivos de cobertura.
“Si uno ya sembró, hay que darle al cultivo lo que te pide porque en la cosecha los números te van a reclamar lo que no le diste”, concluyó Portal.
[Material publicado en el segmento Agricultura Productiva de la edición Nº 97 de noviembre de Revista Productiva, página 14]
[Foto : Revista Productiva]