De cara al inicio de la campaña de soja 2020/21, los productores y las empresas proveedoras de insumos y tecnologías se van preparando, con el objetivo puesto en el desarrollo de un ciclo productivo exitoso que pueda concluir con una voluminosa cosecha. Para empezar la siembra, las herramientas de tratamiento de semillas son de primera necesidad.

 

Es por ello que la firma UPL, a través del Ing. Agr. Néstor Brítez, asesor técnico comercial de la empresa en Alto Paraná, presentó las alternativas que ofrece en este segmento. El profesional comentó que la empresa cuenta con una máquina tratadora de semillas móvil que se lleva al campo del productor donde se realiza el tratamiento de semillas on farm.

 

En un ensayo desarrollado en San Alberto el tratamiento utilizado integró dos productos: un fungicida a base de carboxin + thiram, que es el Vitavax. “Este producto viene ahora con la tecnología Inner Force para darle arranque al cultivo, en este caso, al trigo”, indicó Brítez.

 

Destacó que este mismo tratamiento se utiliza también en el cultivo de la soja. Además del fungicida, se utilizó también el Biozyme, un producto que le da arranque a la planta y se lo emplea tanto en tratamiento de semillas como en aplicación foliar.

 

“Es un producto regulador hormonal a base de algunos péptidos, sucratos y principios naturales de auxinas, giberelinas y citocininas, para que la planta pueda ejercer su función; por ejemplo, si le falta una de esas tres hormonas principales, las auxinas, entonces el Biozyme la produce, de modo a que la planta pueda tener equilibro”, indicó.

 

Destacó que la ventaja principal de estos productos es el arranque que brindan y el mejor enraizamiento que le ayuda al cultivo a ganar espacios físicos en el suelo para soportar ciertas condiciones adversas del clima. Estos productos le permiten al productor obtener un retorno económico, gracias a una mayor producción.

 

“El producto se paga, como se dice, y le sobra más también al productor para que pueda tener una ganancia a partir de la utilización de estos productos”, explicó.

 

A su vez, el productor Paulo Weber, de Minga Porã, departamento de Alto Paraná, resaltó que su experiencia fue buena, considerando que no tuvo ninguna dificultad para hacer el tratamiento. “Hicimos el tratamiento y luego se realizó la siembra lado a lado con el experimento de otra empresa. Nosotros compramos las semillas e hicimos el tratamiento en nuestro campo”, expresó.

 

Destacó que estas herramientas le ayudaron a tener buenos resultados en la mezcla. Explicó que después de la utilización de estas tecnologías, en el área tratada tuvo 70 % de germinación del cultivo de trigo, mientras que en el de la competencia se registró apenas 30 %. “Vamos a sacar el rendimiento al final para ver la diferencia”, acotó.

 

Otro aspecto importante es el control de plagas y hongos que generalmente aparecen en el periodo de emergencia de la planta. Por último, dijo que al momento de la visita no había realizado ninguna aplicación de insecticida ni de fungicida, pero que hasta ese momento planeaba hacer una aplicación de cada uno.

 

“Creemos que tendremos buen rendimiento y se pagará muy fácilmente el costo del producto. Yo recomiendo que se haga el tratamiento de la semilla con el producto”, expresó.

 

En cuanto a las tareas de desecación, el Ing. Agr. Néstor Brítez, de UPL Paraguay, comentó que después de la cosecha de maíz y trigo se vienen las malezas de difícil control como, por ejemplo, el mbu’y (Conyza spp.).

 

Resaltó que según datos de investigaciones, por cada planta de mbu’y por m² se reduce de 180 hasta 420 kg por hectárea (qué es lo que se reduce). “Todo esto nosotros estamos diciendo ahora para ingresar lo antes posible para hacer el control”, indicó.

 

Comentó que la compañía dispone de herramientas buenas y útiles para el productor. Entre ellas se encuentra el Triclon (glifosato) para el control de mbu’y, y Lifeline, un glufosinato de amonio de UPL posicionado para la aplicación secuencial.

 

Para el control de la Digitaria insularis (kapi’i pororo) recomendó realizar la aplicación con el Select 24 % a base de cletodim, un producto original que la compañía pone a disposición del productor. En tanto que para controlar mbu’y, que es uno de los mayores problema del productor, explicó que lo antes posible y próximo a la siembra se debe aplicar 3 litros de glifosato en mezcla con el Triclon a 1,2 litros por hectárea.

 

Acotó que a los 7 a 10 días se recomienda la aplicación secuencial con el producto de contacto Lifeline. Experiencia Eduardo Sacon, director de Agri Top, distribuidor de UPL Paraguay en Santa Fe del Paraná, comentó que desde sus inicios su compañía viene trabajando de cerca con la empresa de origen indio. “Al inicio comenzamos con pocos productos y pocos volúmenes, pero con cada cosecha que venimos trabajando estamos aumentando nuestros negocios; esto es un reflejo de los resultados que los productos entregan”, explicó.

 

Expresó que los clientes están satisfechos con los productos, tanto por la calidad como por el resultado que entregan en el campo. Expresó que UPL es la principal bandera de trabajo de Agri Top. “Entonces, cada año que pasó aumentaron los negocios y hoy prácticamente el 70 % de nuestros negocios son junto a UPL. Nosotros hacemos un trabajo en conjunto con los productores de la región, con asistencia técnica, que es bastante importante”, indicó.

 

Dijo que a medida que los productores conocen los productos de UPL, van reemplazando los que venían utilizando. Destacó que vienen trabajando muy fuerte con la familia Unizeb, que hoy ya está integrada por cuatro productos.

 

Acotó que al inicio comenzaron solo con Unizeb 80 %, pero actualmente también están disponibles Glory, Tridium y Prodence, que son productos que ya vienen con la formulación lista, lo que les facilita mucho el trabajo a los productores. “También tienen la facilidad de llenar el tanque de aplicación. Hoy nuestro buque insignia de los productos de la línea UPL son, prácticamente, los productos de la familia Unizeb. Yo creo que vamos a crecer mucho con UPL”, concluyó.

 

[Material publicado en el segmento Actividades de la edición #69 (julio) de Revista Productiva, páginas 38 y 39]